El sonido del violín es algo hechizante, claro, siempre y cuando el que lo toca sea un virtuoso como lo fue el italiano Nicola Paganini. Cuando estamos entre amigos y vamos a comer algo o a beber algo o las dos cosas, luego andamos preguntando quién va a ser el paganini, o sea, el que invita, el que va a pagar la cuenta, pero Paganini realmente existió y era tan prodigioso que a los ocho años ya había superado al papá que era el que le había enseñado a tocar el maravilloso instrumento.
Nico —o sea Paganini— también superó a sus maestros, que a pesar de ser notabilísimos violinistas tenían que admitir que el chamaco tocaba mejor que ellos. Tocaba tan bien que la gente empezó a decir que tenía pacto con el diablo. A pesar de ser feo, sucio y descuidado, tenía “mucho arrastre” con las mujeres, tal vez porque poseía una gran fortuna o por su calidad como músico que sorprendía y cautivaba a todos los públicos, o por todo eso a la vez. Entre otras tuvo como amantes a Paulina y Elisa, hermanas de Napoleón Bonaparte.
Pero bueno, me devuelvo al tema del violín, que es el más pequeño de la familia, porques sus hermanos mayores son la viola, el violonchelo y el contrabajo que en México conocemos como tololoche.
La palabra violín viene del italiano violino que es diminutivo de viola, instrumento un poco más grande y que da un sonido más grave y que a la mayoría de la gente se le confunden y le dicen violín cuando lo que están viendo realmente es una viola.
En los violines antiguos las cuerdas eran de tripa de gato, pero actualmente se hacen de metal o de fibras sintéticas. Ahora si usted quiere embromar a alguien —“vacilar”, decimos en el norte— pregúntele de donde se obtiene la tripa de gato. Siempre le van a dar la respuesta más obvia: ¿Qué de dónde se obtiene la tripa de gato? ¡Pues de un gato! Pero no. La tripa de gato que sirve para suturar cirugías, para entorchar raquetas de tenis o para hacer cuerdas de violín, viene de un cerdo, de un cordero o un caballo ¡pero nunca de un gato! ¿Entonces por qué se llaman así? La verdad, no tengo ni idea.
Cuando murió Paganini dejó una fortuna, y como parte de ella algunos violines de los mejores que se hacen —o se hacían— en el mundo: Cinco Stradivarius, dos Amati y un Guarneri que era su favorito.
El Guarneri fue donado a la ciudad de Génova, que es donde nació este gran genio del violín.
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ME PREGUNTA Lili Díaz: Escuché a mi abuelo que al referirse al viento usaba la palabra “aflato”. ¿Qué significa esta palabra?
LE RESPONDO: Aflato efectivamente es un viento, un soplo, pero ahora es una palabra en desuso.
LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA: Darse cuenta de que se es un ignorante significa un gran paso hacia el saber.