LA LLUVIA ME RELAJA
Las lluvias son inmensamente necesarias para el abastecimiento de agua en el campo y las grandes ciudades. ¡Qué bonito es ver llover y no mojarse! En general, cuando uno se pone cómodamente a ver llover se produce una sensación muy placentera y tranquilizante. ¿Por qué nos tranquiliza el ruido de la lluvia? Bueno, a algunos de hecho les inquieta este ruido porque les provoca unas irrefrenables ganas de "ir al baño", pero quitando este detalle, por lo general, el ruido de la lluvia es muy relajante.
Los científicos que han estudiado profundamente el comportamiento de nuestro cerebro dicen que muchos de los sonidos de la naturaleza -incluidos el de la lluvia, las olas del mar, el viento, entre otros- son interpretados por nuestro cerebro como "no amenazantes", o sea que al escucharlos no es necesario alarmarse porque no corremos peligro.
Estos sonidos naturales, que pueden ser fuertes pero no repentinos, 'bloquean' a otros sonidos que sí son alarmantes para nuestro cerebro y que como resultado producen estrés. El problema para los que vivimos en las grandes ciudades es que a toda hora estamos expuestos a sonidos que nos "ponen los nervios de punta": la alarma del coche del vecino que se enciende a medianoche; el ladrido del perro, una puerta que se cierra de manera abrupta -o sea, violentamente- entre muchos otros ruidos que nos inquietan.
Pero bueno, nosotros estábamos con la terapéutica lluvia que genera vida por donde pasa. La palabra "lluvia" nos llega del latín pluvia que es como originalmente se nombraba a la lluvia, pero en algún momento la 'pl' se cambió por la 'll' y así quedó. Sin embargo, muchas de las palabras relacionadas con la lluvia conservan esta raíz 'pl': pluvial, pluviómetro, pluvioso, etc.
Cuando la lluvia llega fuerte y de manera repentina decimos que es un "aguacero", palabra que dicen proviene de aguaza que se refiere al humor -no al estado de ánimo sino a los líquidos que segregan los organismos- de los seres vivos; la verdad no he encontrado la conexión exacta entre estos dos conceptos…y para serle sincero, prefiero no buscarla mucho.
El aguacero también lo conocemos como chubasco -como el que le querían formar a Lupita para detenerle su navegación- que es una de las pocas palabras que nos llegan al castellano por el lado del portugués. El maestro y reconocido lingüista Joan Corominas nos dice que hay registro del uso de la palabra chubasco en el castellano desde 1590, en un viaje de navegantes españoles.
Tenemos otras formas de nombrar a los aguaceros, como el chaparrón -que es una forma onomatopéyica de nombrar al sonido de mucha agua cayendo en poco tiempo-, el diluvio -que específicamente se refiere a la inundación que resulta de la copiosa lluvia-, precipitación y muchas otras.
Y antes de que me llueva a mí, me despido de usted.
Soy Don Juan Recaredo… compártame sus dudas y comentarios.
[email protected] X: @donjuanrecaredo
ME PREGUNTA Lupe Cota: ¿Cuál es la forma correcta: hubiera o hubiese?
LE RESPONDO: En todos los verbos, el pretérito o pretérito imperfecto del modo subjuntivo puede usarse indistintamente con la terminación "ra" o "se": Hubiera o hubiese, quisiera o quisiese, amara o amase, etc.
LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA: Libros, caminos y días, le dan al hombre sabiduría.