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Inmersos en una profunda crisis, los Brooklyn Nets se reivindicaron este viernes con un triunfo de prestigio ante los Oklahoma City Thunder por 124-115 en un partido que ganaban de 28 puntos al descanso pero que se les acabó complicando al final más de lo previsto.
Brooklyn arrastraba cinco derrotas seguidas y un espantoso registro de 2-10 en sus últimos 12 encuentros. Tampoco ayudó para mejorar el ánimo de la franquicia que ese par de victorias fueran ambas ante los Detroit Pistons de las 28 derrotas consecutivas (la peor racha en la historia de la NBA).
No parecía que la visita de los Thunder, uno de los equipos revelación y más peligrosos de esta temporada, fuera el momento ideal para revertir esa preocupante dinámica, pero los Nets (16-20 de balance ahora) ofrecieron una espléndida exhibición durante los tres primeros cuartos y acumularon el colchón necesario para que no les pasara factura su cortocircuito en el último periodo (23-36), en el que su ventaja llegó a reducirse a solo 6 puntos.
Nic Claxton (23 puntos y 13 rebotes), Spencer Dinwiddie (23 puntos), Cam Thomas (19 puntos) y Mikal Bridges (17 puntos y 8 rebotes) fueron los pilares de los Nets.
Por su parte, los Thunder, pese a su reacción final, firmaron uno de sus peores partidos en su, por otro lado, brillante curso hasta ahora (23-11).
Shai Gilgeous-Alexander (34 puntos, 9 rebotes y 6 asistencias, Jalen Williams (20 puntos), Chet Holmgren (17 puntos y 6 rebotes) y Josh Giddey (13 puntos y 8 rebotes) fueron los más destacados de unos Thunder con un triste 9 de 31 en triples.
Oklahoma City, que venía de perder contra los Atlanta Hawks, no encadenaba dos derrotas seguidas desde noviembre, cuando cayó el 25 y el 28 de ese mes ante los Philadelphia 76ers y los Minnesota Timberwolves.
Los Nets dominaron el rebote (51 ante 36), los puntos desde el banquillo (43 contra 19) y la anotación en segunda oportunidad (30 por 7).
Recital local desde el inicio
Teniendo en cuenta de dónde venían, los Nets regalaron a sus fans un arranque casi perfecto.
Primero con su defensa, muy concentrada y ajustada y que, por ejemplo, impidió que Gilgeous-Alexander anotara durante los seis primeros minutos (luego despertó para acabar el cuarto con 9 puntos). Mejor aún fue el cerrojo que pusieron a la amenaza desde el perímetro de Oklahoma City, nulo con un terrible 0 de 8 en triples.
Después, esa solidez atrás permitió que el ataque de Brooklyn fluyera con muchísima soltura, especialmente al contraataque con 11 puntos en un primer periodo en el que los Nets anotaron el 61,9 % de sus tiros de campo.
Con todo ello, Claxton se hizo fuerte en la pintura (8 puntos) y Dinwiddie le complementó desde el exterior (7 tantos) para que los neoyorquinos se llevaran al segundo periodo un fantástico botín de +18 (39-21) ante unos Thunder muy desconectados con 5 pérdidas de balón.
La ventaja no tardó en superar los 20 puntos y Mark Daigneault, tras un triple de Thomas, tuvo que pedir tiempo muerto al ver que el partido se le escapaba de las manos a toda velocidad (49-26 con 8.46 para el descanso).
La ofensiva de los Thunder, una maravilla en lo que va de temporada, seguía sorprendentemente atascada mientras los Nets encontraban infinitos caminos a la canasta rival, sobre todo con un Thomas que brindó algunos momentos explosivos (16 puntos al descanso).
Lejos de recuperar terreno, Oklahoma City se hundió aún más hasta llegar al intermedio con la mayor ventaja de los Nets hasta el momento: un +28 con un sonrojante 75-47.
No había que ser un gurú de los datos para apreciar la demoledora superioridad de los de Jacque Vaughn, pero algunas pruebas estadísticas de ello fueron la disparidad en el triple (10 de 21 para los Nets, 2 de 15 para los Thunder), los puntos del banquillo (30 para los locales, 7 para los visitantes) y los tantos en segunda oportunidad (17 para Brooklyn, 0 para Oklahoma City).
Una canasta de Bridges al empezar el tercer cuarto colocó un +30 que ya parecía una losa imposible de levantar incluso en esta era dorada en la NBA de los ataques frenéticos, los triples y el baloncesto ultraofensivo.
La remontada pasaba sí o sí por una reacción volcánica, pero la defensa de los Thunder apenas hizo acto de presencia, Dinwiddie y Claxton mantuvieron el buen el ritmo anotador de los Nets y la ventaja nunca bajó de los 21 puntos pese a que Gilgeous-Alexander asumió la responsabilidad con 15 puntos en ese tercer cuarto.
Con el marcador en 101-79 para descorchar el cuarto definitivo parecía que todo estaba decidido, pero un parcial de 3-8 metió el miedo en el cuerpo a los Nets, que pidieron tiempo muerto con algunos murmullos en la grada.
Justo después, un dos más uno de Williams dejó la ventaja en solo 14 puntos con ocho minutos por delante y con la segunda unidad visitante dando un paso al frente (107-93).
Josh Giddey tomó el relevo de la épica de los Thunder, que, con un triple de Gilgeous-Alexander, llegaron a ponerse a solo 7 puntos con 1.03 por disputarse (119-112).
Un rebote ofensivo de Holmgren le dio dos tiros libres con 27.6 segundos por disputarse, pero el novato falló el primero de sus lanzamientos y Thomas y Mikal Bridges, también desde la línea de personal, evitaron que Oklahoma City firmara una remontada antológica.