Para quienes habitamos “La Comarca Lagunera”, nos resulta de gran importancia conocer, aun cuando sea de manera somera, los orígenes de nuestra región, todo con la finalidad de seguir enorgullecidos de la tierra en la que vivimos, por tal motivo la presente colaboración lleva como propósito dar a conocer, cómo y cuándo se originó nuestra Comarca Lagunera, remontándonos para tal efecto a la época prehistórica, que es en donde se encuentran los primeros antecedentes de la región lagunera.
En un principio, estas tierras formaron parte de un gran mar que perduró durante millones de años, tiempo después cuando el llamado “Mar de Tetis” desapareció, dos grandes ríos formaron una gran laguna, pues no tenían salida natural hacía el mar, según Vito Alessio Robles, el vaso locustre tenía un área aproximada de 200 kilómetros cuadrados, los dos ríos antes referidos han tenido una gran significación para el desarrollo de nuestras tierras laguneras.
Los dos ríos a que nos referimos son los llamados “Nazas y Aguanaval”, los que daban lugar a la formación de varias lagunas, entre otras las de Tlahualilo, Viesca y Mayrán, y sus escurrimientos de agua arrastraban cuantiosa materia orgánica, lo que originó el crecimiento de abundantes especies vegetales, tal como el mezquite, el huizache, además de otras plantas y arbustos, lo que propició que en estas tierras se explotara la ganadería, lanar y caballar, conociéndose a esta región en un principio como “El rincón de los pastores”.
Fray Pedro de Espinareda fue quien primeramente, en el año de 1567, hizo un recorrido por la región y dio a conocer la misma; tiempo después los religiosos Jerónimo Ramírez y Juan Agustín de Espinoza lo hicieron, dando a conocer que los laguneros recibían grandes beneficios con los ríos que formaban parte de la misma y que además su clima era propicio para cultivos, ya que era “seco y mas caliente que frío”, sin que a estas tierras se les diera el uso agrícola.
La colonización de La Laguna se llevó a cabo en forma paulatina, debido a que a los conquistadores no les interesaba el uso agrícola, pues su obsesión era descubrir minas de oro.
No es sino hasta que don Juan Nepomuceno Flores, en 1836, don Juan Ignacio Jiménez y don Leonardo Zuloaga, adquirieron las tierras conocidas como “San Lorenzo de La Laguna”, que se dio el origen a lo que hoy conocemos como la región lagunera, tanto de Coahuila como de Durango.