(FOTO: RAMÓN SOTOMAYOR)
En los años setenta, se realizó una donación de 18 obras para la Casa de la Cultura de Gómez Palacio. Nueve de esas pinturas pertenecían al artista mexicano Alberto Gironella, uno de los máximos representantes del movimiento conocido como La Ruptura, el cual surgió en los años cincuenta del siglo XX para apartarse del muralismo.
Las obras de Gironella han salido de su resguardo y desde el mes de febrero están dispuestas al público en la sala de exposiciones temporales Rodolfo Escalera, ubicada al interior de la citada Casa de la Cultura. Las paredes rojas del lugar son acentuadas por los óleos del artista. Las temáticas son distintas, hay retratos, también interpretaciones de pinturas famosas de otros creadores como Diego Velázquez o El Greco.
José Alejandro Martínez, encargado de la sala, subraya durante un recorrido la notable influencia ibérica que el pintor incluyó en sus piezas. Nacido en 1929, en Ciudad de México, Gironella tuvo ascendencia catalana por parte de su padre y yucateca por parte de su madre.
Su discurso plástico contempla a la muerte, el fenómeno de la putrefacción de la materia, así como el transcurrir del tiempo. Fallecido en 1999, sus obras han recorrido el mundo por ciudades como Nueva York, París, Madrid o Belgrado.
En total, son diez piezas las que se exhiben en La Laguna de Durango. En la exposición sobresale El enterramiento de Zapata y otros enterramientos, un gran óleo de cuatro por tres metros, realizado en los años setenta a encargo del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), quienes lo donaron debido a que el recinto gomezpalatino ya contaba con nueve obras de Gironella. En alusión a una pintura de El Greco, esta obra toma la famosa fotografía del Archivo Casasola, donde en 1914 Francisco Villa y Emiliano Zapata entraron a Palacio Nacional.
“Inclusive, en este cuadro vemos la influencia de España. Hay un cuadro que se llama La muerte del conde Orgaz, de El Greco, que tiene más o menos el mismo tamaño y esa curva en la parte de arriba. Si tú ves esta parte verde nos refleja mucho la caña de azúcar, que era muy del estado de Morelos, la carta española del As de Oros (así se llamaba el caballo de Zapata)”.
Otro aspecto a destacar es el trabajo que Gironella hace a partir de Las meninas de Velázquez, lo que puede observarse en cuadros como Las meninas revisadas, así como Diego Velázquez artista fotógrafo I y II. En un artículo publicado en la Revista de la Universidad, Carmen Parra, quien fuese pareja del pintor, habla de la pasión que este tuvo por Las meninas.
Gironella no copia el cuadro de Velázquez, sino que propone otras maneras de sentirlo, de aproximarse en un lenguaje mucho más contemporáneo.
“No hay una definición de sus trazos por lo que te comento. Él pertenecía al grupo de La Ruptura, quienes querían pintar de manera diferente. Si tú ves estos tres cuadros que representan Las meninas, no se definen totalmente. Ese era el estilo, de pintar de manera diferente”.
Las pinturas de Gironela que forman parte de la colección de la Casa de la Cultura han sido incluso prestadas a otros recintos. Un ejemplo es cuando en 2014 se prestaron al Museo Universitario de Arte Moderno (MUAC), en Ciudad de México, para la exposición Desafío a la estabilidad.
La exposición de Alberto Gironella en la Casa de Cultura de Gómez Palacio ‘Ernestina Gamboa’ permanecerá en la sala de exposiciones temporales Rodolfo Escalera hasta el próximo 14 de marzo, según informó Absalom Ruiz, director del recinto.