Madre denuncia violencia vicaria
Carla Marcela, una madre que desde hace más de un año se enfrenta a un complejo proceso legal por la custodia de su hijo, denuncia que ha sido víctima de violencia vicaria y alienación parental.
Su historia, que comenzó en febrero de 2023, involucra una serie de desencuentros con el padre del menor, quien según Carla, ha utilizado manipulaciones y engaños para distanciar al niño de su madre, afectando gravemente la relación entre ambos.
En su declaración, Carla narra cómo, después de seis años de separación, el padre de su hijo comenzó a involucrarse más en la vida del niño, pero de una manera perjudicial.
En febrero de 2023, cuando le permitió pasar tiempo con su hijo, el padre retuvo al menor durante una semana, argumentando que “el niño ya no quería regresar” con su madre.
A partir de ese momento, el niño comenzó a faltar a la escuela y, según Carla, su expareja se negó a devolverlo. “Le presté al niño una semana y luego otra, después faltó a la escuela y cuando fui por él, me dijeron que su papá lo había recogido con una patrulla, lo cual fue una mentira”, relató.
La madre intentó acudir a las autoridades, presentando una denuncia por sustracción de menores, pero no obtuvo una respuesta favorable.
A pesar de sus esfuerzos, el proceso ha sido lento y frustrante. “Duró más de dos meses sin llevar al niño a la escuela. Empecé la demanda y después de tres meses logré averiguar en qué escuela estaba. Cuando finalmente lo vi, mi hijo ya no quería verme, me decía que me odiaba”, comentó con dolor.
En las primeras audiencias judiciales, se determinó que el niño, de nueve años en ese momento, era apto para decidir con quién quería vivir.
Ante la negativa del menor de convivir con su madre, el juez le negó a Carla las visitas. “Me parece increíble que me hayan negado las convivencias sin pruebas”, lamenta la madre, quien asegura que su hijo ha sido manipulado por su padre y su entorno.
Carla también denuncia que su hijo está siendo expuesto a un ambiente inadecuado en el hogar de su padre, donde, según ella, se le inculcan valores negativos.
“Me preocupa que le estén enseñando cosas malas, como el culto a la Santa Muerte, y que esté rodeado de personas mayores que, según sé, están involucradas en problemas de drogas”, añadió con desesperación.
El proceso legal ha sido lento, y aunque se han realizado audiencias y citas con psicólogos, Carla siente que no se ha avanzado en la protección del bienestar de su hijo.
“Me parece muy injusto y doloroso todo lo que estoy viviendo. Solo quiero poder tener algún tipo de comunicación con mi hijo, aunque sea una llamada o videollamada. No entiendo cómo el juez y las autoridades no se han dado cuenta del daño psicológico que le están causando”, declaró.
Finalmente, la madre hace un llamado a las autoridades judiciales para que aceleren el proceso y se tomen medidas para proteger a su hijo.
“Rezo todos los días por mi hijo, por su bienestar. Sé que no está bien donde está, y si así lo fuera, no estaría luchando como lo estoy haciendo”, concluyó Carla Marcela, quien sigue esperando justicia y una resolución favorable en su caso.