Maestro y alumnos rompen en llanto por cierre de la primaria Felipe Carrillo Puerto
Faltaban diez minutos para que terminara su última clase, impartida en la escuela primaria pública “Felipe Carrillo Puerto” de Torreón y el maestro Raúl Ramírez Iglesias no pudo contener el llanto, al igual que sus pequeños estudiantes que se abrazaban en señal de consuelo y que no podían creer que ya no regresarán más a su salón de clases.
Este viernes fue el último día de actividades escolares debido a que la Secretaría de Educación del Estado (SEDU) determinó cerrar sus puertas por la baja matrícula; terminó como Escuela Bidocente, es decir, con dos maestros impartiendo clases a niños y niñas de primero a sexto grado.
El profesor, llegó hace poco más de 20 años al plantel educativo localizado en la colonia Moderna, en la época de la maestra Amparo Viesca Ayala, quien fue directora. Con mucho cariño recordó a todas las generaciones de niños y niñas que vio pasar por la primaria “Felipe Carrillo Puerto” y que hoy en día lo saludan, ya convertidos en profesionistas exitosos. “Esta es la huella más difícil porque me tocó estar con una directora que sembró mucho en mí, la directora Amparo Viesca, pero aquí estamos dando la cara y vamos a seguir”, expresó. Entre lágrimas, le pidió a la comunidad educativa “que a la Carrillo Puerto la lleven siempre en su corazón, estas son decisiones que se escapan de nosotros pero que la lleven en su corazón como al llevo yo”.
La despedida fue muy conmovedora. “Ya no nos dejaron dar el Grito de Independencia que ensayamos, el otro profe había hecho su recitación en el porche y mis banderas se quedaron listas para que los niños dijeran ¡Viva México!. La siento mi escuela, imagínese la melancolía de ver ahorita como sacan los retratos de los primeros directores, sacar muebles de nuestras direcciones escolares, es algo difícil, a mí si me da mucha nostalgia, me siento triste, la verdad muy triste pero como profesor yo sé que tengo que ir a donde me requiera el servicio educativo”, comentó.
Minutos antes de la una de la tarde, el maestro Raúl repasó con sus pequeños alumnos el Día de los Niños Héroes y el aniversario 214 de la Independencia de México. Posteriormente corearon una letra infantil y terminaron con un grito de “¡Viva la Felipe Carrillo Puerto!”. Al término de la jornada escolar, las madres de familia, también con sentimientos encontrados, realizaron un convivio para decir adiós a esta escuela primaria, no sin antes mencionar que les sorprendió que las autoridades educativas les avisaran hasta ya iniciado el ciclo escolar del cierre del plantel, cuando habían hecho el gasto de los uniformes y zapatos escolares. A la reunión, llevaron gorditas, sopes, frituras y refrescos.
Niños no querían que cerraran sus escuelas
Kevin tiene 10 años y cursa el quinto grado. “Yo no quiero se cierre, voy a extrañar la escuela, al director Carlos, a todos mis compañeros, es mucha tristeza. Gracias a mis amigos por jugar conmigo y por todo lo que hemos hecho en estos años, a mi escuela la voy a llevar siempre en mi corazón”, dijo. Marisol, otra niña, expresó que “no se me hace justo, quiero luchar por mi escuela, extrañaré juntarme a platicar con mis amigos y jugar”. Con la mirada triste y la voz entrecortada, Ian Mateo dijo que lleva cinco años estudiando en esta primaria. “Nomás me falta un año para salir, voy a extrañar a la maestra Fátima, la quiero mucho y a ver cuándo nos volvemos a ver, de hecho ahorita nos fuimos a lavar la cara porque estábamos llorando por la escuela, no queremos que la cierren. A mis compañeros ya no los voy a volver a ver, pero, ¿qué más hacemos?”, expuso el niño de 11 años. Finalmente, Ian Mateo y Kevin se dieron un abrazo efusivo y no paraban de llorar.