FOTOS: Gabriel Eduardo Escobar
Sus trazos son registro de una travesía por la península arábiga. Decidieron que sus pinceles hablaran sobre los lienzos, que tomaran sus memorias, imágenes, recuerdos y actuaran como formas de un lenguaje pictórico en constante evolución: rostros femeninos, mujeres con burka, relieves arquitectónicos, paisajes que parecen ecos de Las mil y una noches.
‘Diario de viaje’ es una exposición conformada por 19 piezas de los artistas laguneros María Vigné y Rafael Torres Lugo, quienes ven en la muestra el fin de un viaje que realizaron en septiembre de 2022 a Baréin. La inauguración se efectuó este lunes por la noche en el Atrio Principal de Plaza Cuatro Caminos.
“Desde que estábamos allá platicábamos sobre qué íbamos a hacer con todo eso que estábamos viendo […] Creo que parte de la vida del artista es cómo procesas las cosas, el trabajo de la pintura, de la escultura, de la plástica, las llegas a comprender mejor”, reflexionó Vigné.
En estas obras, la experiencia es la materia prima. “La única regla del viaje es: no vuelvas como te fuiste. Vuelve diferente”, escribió la poeta canadiense Anne Carson. Vigné ilumina sus ojos al momento de recordar la luz que bañaba al paisaje en Baréin: una atmósfera cálida, arenosa, con unos tonos azules que la abrazaban.
“Me marcó mucho el sentido de decoración, porque no son sólo construcciones, desde su letra ya están dibujando, todo lo comprenden visualmente, como un adorno”, agregó la pintora.
Según narra Rafael Torres Lugo, María Vigné y él formaron parte de una delegación de artistas laguneros que cruzaron el atlántico para internarse en Medio Oriente. Fueron a esas tierras lejanas para mostrar su arte e incluso impartir talleres. Estuvieron más de 20 días, la mayor parte del tiempo en Baréin, pero también visitaron Estambul, en Turquía.
“Las mías son nueve obras de técnica mixta, es acrílico y carboncillo sobre tela. Los temas son básicamente imágenes del viaje. Trato de representar con los colores arena y ocre, lo que yo recuerdo específicamente de eso”, describe Torres Lugo.
“Lo mío son 10 imágenes, en su mayoría acuarelas (son ocho acuarelas y dos óleos). Lo que traté de plasmar… yo soy más de retratos, pero en esta ocasión, jugué con un intercambio entre arquitectura y retrato. Y por acá, por ejemplo, tengo flores. Estas flores están muy interesantes porque son de un postre que hicieron allá y que nos encantó. Estaba hecho a base de agua de rosas y parecía que te conectaba el alma. Son como momentos muy específicos del viaje que me imagino todavía presentes”, comparte Vigné.
Para ambos, viajar es un aspecto especial para cualquier creador. Las pinturas que ahora habitan en la plaza comercial son resonancias del choque cultural vivido por los artistas.
“Fue el primer viaje largo que hice después de tener a mi hija, y la verdad es que es un descubrimiento muy grande para el artista, el refrescarse, el salirse de su rutina, de lo que ve siempre. Si estás muy enfrascado en tu realidad, dejas de ver cosas. Sales y empiezas a hacer comparaciones, a descubrir a través del otro lo que está contigo”, cerró Vigné.
‘Diario de viaje’ de María Vigné y Rafael Torres Lugo permanecerá en exhibición hasta el próximo domingo.
