Mayo y junio, los meses con más casos de violencia contra las mujeres
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La creencia de que la violencia familiar se intensifica durante diciembre debido a la alta ingesta de alcohol durante las fiestas navideñas fue desmentida por Katy Salinas, titular de la Fiscalía Especializada para las Mujeres y la Niñez.
Según la funcionaria, los meses de mayos a julio son en realidad cuando se registran mayores incidentes de violencia contra las mujeres, no diciembre.
“Es un mito pensar que diciembre sea el mes de mayor violencia familiar debido al consumo de alcohol”, afirmó Salinas.
La Fiscal explicó que, si bien es cierto que el alcohol puede ser un detonante en algunos casos de violencia, los datos no respaldan la idea de que las festividades sean el principal factor: “Lo que realmente nos preocupa es que la violencia no ocurra en ningún momento del año, no solo en diciembre”, subrayó.
Tras realizar un análisis de los últimos tres años, la Fiscalía descubrió que mayo y julio son los meses con un mayor incremento en los casos de violencia familiar, desafiando la suposición popular de que el final del año es el periodo de mayor riesgo.
Salinas aclaró que si bien el alcoholismo y las adicciones pueden ser factores que agraven la situación, no son las causas directas de la violencia, que generalmente responde a una estructura socio-cultural.
“La violencia familiar se origina en un patrón de pensamiento donde quien ejerce el abuso cree que tiene derecho a controlar o someter a su pareja. Este modelo patriarcal es lo que debemos erradicar”, explicó Salinas. De acuerdo con la Fiscal, cambiar esa mentalidad y fomentar la igualdad entre hombres y mujeres es clave para prevenir la violencia.
A pesar de estos avances, Salinas destacó que la Fiscalía mantiene un trabajo constante para proteger a las víctimas de violencia durante todo el año: "No importa el mes, nuestra prioridad es garantizar que las mujeres vivan libres de violencia y promover el respeto hacia sus derechos", afirmó.
Aunque los esfuerzos de prevención han sido notorios, los datos continúan evidenciando que existen periodos donde la violencia se incrementa, por ello, Salinas destacó que esto subraya la urgencia de un cambio cultural profundo que permita romper con los patrones de abuso.
“El trabajo de prevención debe ser continuo, más allá de las festividades. Lo esencial es cambiar la forma de pensar y fomentar una cultura de respeto”, señaló.
La raíz del problema radica en estructuras sociales que perpetúan la desigualdad, por lo que, según Salinas, es fundamental continuar con los esfuerzos de sensibilización y atención a las víctimas a lo largo de todo el año: “Lo importante es garantizar la seguridad de las mujeres y erradicar el modelo patriarcal que aún persiste en nuestra sociedad”, concluyó.