EDITORIAL Columnas Editorial Luy Caricatura editorial Enríquez

Columnas

Urbe y Orbe

México, el socio de socios de EUA

ARTURO GONZÁLEZ GONZÁLEZ

México es más importante para Estados Unidos de lo que Estados Unidos es para México. Es más, México es el país más importante del mundo para los EUA. En un análisis integral de las relaciones entre ambos países, observaremos que, más allá de desafíos y tensiones, nuestro país ocupa una posición crítica en el desarrollo y la estabilidad de los intereses estadounidenses en múltiples dimensiones.

EUA fue uno de los primeros países en reconocer la Independencia de México. Pero también fue uno de los primeros en atacar su territorio. De ahí viene el primer "beneficio esencial" que EUA obtuvo de México. No es digno de aplauso, pero es un hecho: México ha sido la fuente de territorio más importante para la Unión Americana. De ningún otro estado, la gran potencia ha obtenido tanta tierra: 2.3 millones de km2.

La Guerra México-Estadounidense (1846-1848) culminó en la pérdida de vastos territorios mexicanos, pero también cimentó un patrón de interacción y proximidad. En el siglo XX, México se consolidó como un socio estratégico para EUA, particularmente durante la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría, cuando ambos países colaboraron estrechamente en temas de seguridad y suministro de recursos. Es decir, un incipiente nearshoring, aunque no se le llamaba así.

El TLCAN, que entró en vigor en 1994, marcó un antes y un después en las relaciones económicas y comerciales. México se convirtió en uno de los principales socios comerciales de EUA. Esta relación fue renovada y fortalecida con el T-MEC en 2020, que más que un acuerdo de disminución de aranceles es un marco para la integración económica.

México y EUA comparten una frontera de más de 3,000 kilómetros. Se trata del límite internacional más transitado del mundo y una espacio vital para el comercio, el turismo y la movilidad. Esta frontera no solo es una línea física, sino una puerta para el intercambio masivo de bienes, servicios y personas, lo que la convierte en la región geoeconómica más relevante a nivel global. Es lo que yo llamo la República Frontera (The Border Republic).

Para darnos una idea: el espacio binacional que conforman los estados de Texas, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas concentra un volumen de comercio tan grande que por sí solo supera el flujo comercial de EUA con cualquier otro país del mundo. Esta realidad geográfica ha hecho de México una pieza integral del sistema económico estadounidense. El empuje económico de California y Texas no se entiende sin su comercio con los estados del sur de la frontera.

El comercio entre ambos países supera los 700 mil millones de dólares anuales. México es el principal proveedor de EUA por encima incluso de China, y está a punto de rebasar a Canadá como el principal cliente. Además, la integración de las cadenas de suministro, particularmente en sectores como el automotriz, aeroespacial y tecnológico, resalta la importancia de México en el proceso de producción de bienes estadounidenses.

Pero México no sólo es importante por su comercio, sino también por la inversión extranjera directa (IED). Las empresas estadounidenses son los mayores inversionistas foráneos en México, y aunque la inversión de México en EUA es relativamente menor (apenas el 2% del total), es relevante en sectores estratégicos como manufactura, tecnología y telecomunicaciones. Las cadenas de valor transfronterizas creadas bajo el paraguas del T-MEC posicionan a México como un eslabón clave para la competitividad de EUA frente a competidores globales como China.

Con una comunidad de 36 millones de personas, los mexicanos y sus descendientes representan la mayor diáspora de un solo origen en la historia de la Unión Americana. Esta población desempeña un papel vital en la economía estadounidense, como ningún otro grupo de inmigrantes en suelo estadounidense. Los mexicanos tienen una contribución significativa en sectores como la construcción, la agricultura, los servicios y la manufactura.

Además, los trabajadores migrantes mexicanos han sido esenciales para la estabilidad de los mercados laborales estadounidenses durante décadas, aunque les cueste tanto reconocerlo en EUA, sobre todo a los republicanos. La inmigración ha contribuido a la diversificación cultural y a la dinamización del crecimiento demográfico y económico del país, especialmente en áreas urbanas clave como Los Ángeles, Chicago y Houston. Esta interdependencia demográfica tiene profundas implicaciones sociales, culturales y políticas.

Desde un enfoque geopolítico, México es un aliado estratégico clave para EUA en América Latina y el Caribe. México es fundamental para los intereses de Washington en la región por su capacidad de influencia política en América Latina y su rol como promotor del multilateralismo en organismos internacionales como la ONU y la OEA, aunque ambas enfrentan cada vez más críticas por su proceder limitado o parcial.

La estabilidad de México es crucial para la seguridad regional, y cualquier inestabilidad en México podría tener repercusiones directas en la seguridad, la economía y la política de EUA. Es imposible subestimar la importancia de México para la seguridad de EUA. La cooperación en temas de seguridad fronteriza es esencial para prevenir el tráfico de drogas, armas y la migración irregular, que son preocupaciones críticas para la seguridad nacional de la gran potencia.

La cercanía y la compleja historia compartida han forjado una relación social y cultural sin parangón en el mundo. La cultura mexicana ha permeado profundamente en la sociedad estadounidense, desde la comida hasta la música, las celebraciones y la lengua. En muchos estados fronterizos y ciudades estadounidenses, la influencia cultural mexicana es evidente y se refleja en la identidad bicultural de millones de personas. EUA es el país anglosajón en donde comienza el mundo hispano. Así como México es la nación latinoamericana donde empieza Norteamérica.

Por otra parte, el turismo y los intercambios sociales entre ambos países son extraordinarios. México es el principal destino turístico de los estadounidenses, y EUA es el principal receptor de turistas mexicanos, lo cual demuestra la conexión continua y bidireccional entre ambas sociedades.

A pesar de la profunda interdependencia, persisten grandes retos como la gestión de la migración irregular, el tráfico de drogas y armas, y las diferencias en políticas comerciales. Sin embargo, estos desafíos también ofrecen oportunidades para profundizar la colaboración en áreas como el desarrollo económico regional, la innovación tecnológica y las energías limpias.

Pero, más allá de los retos y las oportunidades, México es "el socio de socios" de EUA. Y esta realidad debería estar más presente en los gobiernos mexicano y estadounidense. Hacerle ver a Washington que su principal relación internacional es con nuestro país debe ser uno de los objetivos del futuro gobierno de Claudia Sheinbaum.

urbeyorbe.com

Leer más de EDITORIAL

Escrito en: Urbe y Orbe Columnas Editorial Arturo González González

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 2326975

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx