Alguien le preguntó a la actriz Meryl Streep qué había sentido al escuchar su nombre la primera vez que ganó el Oscar a la mejor actriz. Respondió ella:
-Mientras subía al escenario a recoger el premio iba pensando a qué horas terminaría todo aquello para poder regresar a casa y ponerme mis pantuflas.
Todos tenemos una rutina personal, pequeños usos y costumbres que nos son queridos y que extrañamos cuando nos faltan. En las vacaciones renunciamos a esos mínimos lujos a cambio de otros desusados. Pero el asueto acaba, volvemos a la rutina cotidiana, y eso es un poco volver a nosotros mismos, reencontrarnos.
Se ha hecho rutina hablar mal de la rutina.
Yo la encomio.
Es la piyama y las pantuflas de la vida.