El Señor le dijo al Espíritu:
-La verdad es que no descansé el séptimo día. Descansé el cuarto, pues la creación me tomó sólo tres días.
El primer día hice la tierra.
El segundo hice el mar.
El tercero hice el sol.
Entonces descansé.
Todo lo demás se fue haciendo por sí solo al paso de los tiempos.
Así se hicieron todas las criaturas animales y vegetales.
Así se hizo ese misterio indescifrable que es la mujer.
Ah, se me olvidaba. También así se hizo el hombre.
¡Hasta mañana!...