Abre la puerta, portero, / que alguno llamando está. / Es el amigo cartero. / En su gran bolsa de cuero / mi buen amigo el cartero / ¿qué traerá?".
Los versos, si la memoria no me engaña, son de Manuel Gutiérrez Nájera, y el poema se llama "Calicot". Lo que en su gran bolsa de cuero traía el buen amigo cartero era la carta en que se le anunciaba a un infeliz joven la muerte de su madre. Lleno de emoción recitó esos sentidos versos mi inolvidable amigo Manuel Othón Otero, y con ellos y sus sinceras lágrimas obtuvo el primer premio en el concurso de declamación de nuestro colegio. Yo gané un honrosísimo segundo lugar, como dijo el argentino al hablar de la guerra de las Malvinas.
Me pregunto si hoy se celebrará el Día del Cartero, como en los pasados tiempos. Me pregunto también si todavía hay carteros, romántica figura que fue parte entrañable del paisaje de nuestra niñez, o si esos amables personajes han desaparecido en ésta época de teléfonos celulares, mensajes electrónicos y servicios de paquetería.
Escucho aún en el recuerdo el silbato del cartero. Es de las más bellas músicas que en mi vida he oído.
¡Hasta mañana!...