Adán le preguntó al Creador:
-Señor: ¿me hiciste a imagen y semejanza tuya,
o yo te haré a imagen y semejanza mía?
El Espíritu escuchó aquello y llamó aparte al
Señor. En voz baja le dijo:
-No debiste haber hecho a esa creatura.
Inquirió el Padre:
-¿Por qué?
Explicó el Espíritu:
-Piensa demasiado.
¡Hasta mañana!...