Le pregunto al viejo cuidador del rancho:
-¿Cómo le ha ido, don Abundio?
Me responde:
-En los bienes mal, pero en los males bien.
Quiere significar que no ha tenido buena fortuna en las cosas materiales, pero que conserva la salud.
A su edad, dice don Abundio -y a cualquiera, digo yo-, la salud es el más importante de los bienes. Recuerda el viejo:
-Una antigua canción decía en su letra: "Tres cosas hay en la vida: salud, dinero y amor. El que tenga esas tres cosas debe dar gracias a Dios".
Añade:
-Yo le pido mucho amor, algo de dinero, y salud, pero no tanta como para olvidar que he de morir un día.
Don Abundio sabe cosas de las que no vienen en los libros. La vida se las ha enseñado.
-Y las he aprendido a punta de chingazos -dice.
No es una forma fácil de aprender, medito. Pero pienso que lo que así se aprende jamás se olvida.
¡Hasta mañana!...