Nos encontramos en un ensayo de orquesta enWeimar hacia 1842. El director es Franz Liszt.
Escuchemos:
Franz Liszt: “Por favor, caballeros, ¡un poco más azul! ¡así debe ser este pasaje!’. Y también en este otro compás, hay un violeta profundo, por favor, ¡no lo olviden! ¡No tan rosado!’ –
Violinista de la orquesta: “jajajaja…, o se está volviendo loco o es muy bromista el maestro Liszt…”
Cellista de la orquesta: ”Calla, calla…, tú acabas de llegar a la orquesta, pero el maestro habla siempre así cuando nos dirige.
De hecho estamos seguros de que el maestro Liszt puede ver colores donde nosotros sólo escuchamos notas”. Violinista de la orquesta: ”Bah, esas son tonterías. El color se ve y el sonido se escucha…, otra idea no es más que un sinsentido”.
Cellista de la orquesta: “No creo que esté tan loco. A poco no te ha dado la impresión en ocasiones que al tocar una superficie suave, ensalives un sabor dulce...”.
Violinista de la orquesta: “¡Bah!, ¡otro loco!”.
Franz Liszt: “¡Caballeros, continuamos por favor, pero recuerden, quiero escuchar un azul intenso…!”
Lo que acabamos de escuchar es una historia real, y aunque pueden existir muchas discrepancias u opiniones, la psicología, la física y no se diga el arte han sido contundentes en su enfoque. Estamos frente a un fenómeno denominado Sinestesia. Etimológicamente, la sinestesia se compone de la raíz griega “sin” (con o junto a) y de “aisthisia”, sensación o percepción. Estas experiencias no son meras asociaciones, sino percepciones.
Por definición, la sinestesia es un fenómeno neurológico que sucede cuando la estimulación de un sentido, por ejemplo el oído, desencadena una respuesta en otro, por ejemplo la vista.
Se estima que sólo el 4.4% de la población mundial es sinestésica. Por cierto, ahí seguramente se encontraba Franz Liszt. A pesar de que existen más de 60 tipos de sinestesia tipificados, una de las más comunes es la sinestesia, sonidocolor, que representa el 65%. La sinestesia no es una mezcla de sentidos, más bien es un añadido al sentido “normal”. Si entre ese 4% de la población que es sinestésica se encuentran artistas, pues entonces los resultados pueden ser muy interesantes. Se sabe de artistas que escuchaban sonidos o música al pintar, y que muchos compositores veían colores cuando tocaban o escuchaban música. Por su parte, la física también ha estudiado este fenómeno llamándolo sonocromatismo. Este concepto es similar al de sinestesia, pero mientras que la sinestesia genera la percepción de colores de forma subjetiva, el sonocromatismo relaciona los colores con los sonidos de forma objetiva en base a frecuencias. De hecho, existe la escala sonocromática; una escala microtonal en la cual la octava está conformada por 360 sonidos, que se corresponden con cada grado del círculo cromático. Como si esto no fuera ya suficiente, el pintor Vasily Kandinsky trató de unir tres elementos: Sonido, color y sentimiento. Kandinski consideraba 2 formas de la percepción del color; una física mientras exista el estímulo y otra psicológica producto de una conmoción emocional y sensible. Así, estableció relaciones como: Rojo:, fuerza en una tuba. Amarillo: Agresión con ataques penetrantes de trompeta. Azul: introversión en una flauta. Verde: Tranquilidad de un violín. Naranja: la espiritualidad de la viola. Violeta: timidez en un corno inglés. El blanco es un frío Infinito. No-sonido. Pausa musical. Y el negro es el silencio eterno. Musicalmente una pausa completa y definitiva.
Dice Kandinsky: “El color es un medio para ejercer una influencia directa sobre el alma. El color es el teclado. El alma es el piano con muchas cuerdas. El artista es la mano que, por esta o aquella tecla, hace vibrar adecuadamente el alma humana”
Y tú, ¿de qué color ves un suspiro?