José Hernández y Cristian Monge.
El corredor Cimaco fue uno de los puntos de reunión para observar el eclipse total.
La asistencia de todas las edades, lució playeras alusivas al evento y portaron lentes especiales.
Desde el inicio del fenómeno natural hasta el final, se vivió gran entusiasmo, sobre todo en el momento exacto que el cielo se oscureció.
Hubo aplausos y gritos de alegría al presenciar el eclipse, lo que muchos lograron grabar y fotografiar.