Ucrania pidió este viernes a la OTAN una reunión de urgencia en respuesta al lanzamiento la víspera del nuevo misil balístico 'Oréshnik' por parte de Rusia, que sacó pecho hoy por la demostración de músculo tecnológico que, a su juicio, supuso el debut en el campo de batalla de este cohete hipersónico.
La OTAN ya ha convocado para el próximo martes en su sede de Bruselas una reunión del Consejo OTAN-Ucrania a nivel de embajadores, para analizar la última escalada de Rusia en la guerra, que también hoy seguía preocupando a varios líderes occidentales.
El primer ministro polaco, Donald Tusk, aseguró en Varsovia que "la amenaza de un conflicto global es grave y real", en tanto que su homólogo alemán, Olaf Scholz, calificó de "horrible escalada" el lanzamiento de Moscú de un nuevo misil hipersónico.
La inteligencia militar ucraniana (GUR) reveló este viernes que el 'Oréshnik' (Avellano) pudo haberse lanzado desde el complejo de misiles Kedr, situado en la región rusa de Astraján, y que tardó solo 15 minutos en completar el millar de kilómetros de distancia entre el lugar de lanzamiento y el objetivo en la ciudad ucraniana de Dnipró.
El misil tenía seis cabezas de guiado con seis submuniciones cada una y la velocidad alcanzada en el tramo final de su trayectoria fue superior a Mach 11, es decir, once veces la velocidad del sonido.
El Kremlin aseguró que, con todo esto, Rusia ha demostrado claramente su capacidad de respuesta ante el empleo de armamento occidental de largo alcance contra su territorio.