DESANGELADO ANIVERSARIO DE LA CONSTITUCIÓN
No podría ser de otra manera si vemos como nuestro Código Político Fundamental ha perdido el respeto de quienes deben honrarla; hoy la también conocida como Carta Magna ha sido rebasada por una realidad estrujante y dolorosa.
Desde nuestros años de educación primaria, los Artículos 3º, 27 y 123 eran materia de estudio y aprendizaje; siendo niños aún, hacían que sintiéramos orgullo de ser mexicanos. Escuchar a mis profesores Arnulfo Robles Vázquez, de segundo grado y Roberto Méndez López en cuarto año de primaria, la exposición de los diversos episodios de la historia Patria, la pasión, el entusiasmo y la emoción que le ponían en la descripción de los hechos, aceleraba la respiración y hacía circular más rápido la sangre. Esto nos sucedía cuando uno u otro profesor declaraba tronante y convencido: "Villa fue el brazo armado de la Revolución"; "Victoriano Huerta traicionó a Madero y un usurpador del poder"; "Madero fue un romántico iluminado"; "Con Carranza, la Revolución devino en Constitución".
"A Madero lo mataron Victoriano y su ambición; por eso lo desterraron, por indigno a la Nación. A Carranza lo mataron para subir a Obregón, y sus leyes respetaron para la Constitución", dice el Corrido Traiciones Políticas".
Y luego, cuando nos hablaban de los obstáculos que tuvieron que vencerse en el seno del Congreso Constituyente para lograr la aprobación de los artículos que contienen derechos sociales como son el 3º, el 27 y el 123.
El Artículo Tercero establece que todo individuo tiene derecho a recibir educación. El Estado -Federación, estados y municipios- impartirán educación básica o preescolar, primaria y secundaria; éstas últimas serán obligatorias. La educación que imparta el Estado tenderá a desarrollar armónicamente las facultades del ser humano y fomentar en él, a la vez, el amor a la Patria y la conciencia de la solidaridad internacional en la independencia y en la justicia.
El 27 dispone que la propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro de los límites del territorio nacional, corresponde originalmente a la Nación, la cual ha tenido y tiene el inalienable derecho de transmitir el dominio de ellas a los particulares constituyendo a la propiedad privada. Las expropiaciones solos podrán hacerse por causa de utilidad pública y mediante indemnización.
El 123 establece que toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil. El Congreso de la Unión dicta las leyes sobre trabajo, las cuales regirán entre los poderes de la unión y sus trabajadores y entre los particulares y sus empleados.
La Constitución Política es la Revolución hecha norma, refleja las luchas del pueblo mexicano por alcanzar mejores condiciones de vida; es la aspiración válida y permanente de un pueblo con una historia bañada en sangre y llanto.
El Tercero porque consagra el derecho a la educación y las características que debe tener la que imparta el Estado para aspirar a una educación de calidad que, basada en principios y valores, tenga como objetivo la formación de mexicanos que amen a su Patria y luchen por ella, además de dar plena identidad a nuestra nacionalidad.
Nos embelesaba el maestro o la maestra cuando nos decía: "La educación debe de ser laica, obligatoria y gratuita". El 27 porque eleva a la categoría de garantía constitucional el derecho de propiedad y las características de la tenencia de la tierra, protegiendo la pequeña propiedad agrícola evitando el acaparamiento de la tierra en manos de unos cuantos, en detrimento de muchos.
Y el 123 porque regula relaciones entre el capital y el trabajo, es decir entre trabajadores y patrones, consagrando una serie de derechos en favor de los primeros como un salario digno, derecho a la salud, a la vivienda, a vacaciones, protección por despido injustificado, a días de descanso, etc.
Estos tres artículos bastarían para justificar un homenaje a la Constitución Mexicana; por lo tanto, no se comprende que el reciente aniversario haya pasado desapercibido por las autoridades, y los actos que hubo fueran desangelados, carentes de emoción y entusiasmo. Con todos los defectos que pueda tener por las modificaciones que ha sufrido, por los "parches" que los distintos gobiernos le han impuesto, nuestra Constitución tiene todavía muchas cosas buenas que sin duda merecen un homenaje.
Tenemos la forma de gobierno republicano, representativo democrático y federal; la división de poderes que es un principio fundamental para evitar que el ejecutivo avasalle a los otros dos; el amparo que es la institución que los ciudadanos tenemos para defendernos de los abusos de poder etc.
Enseñemos a nuestros niños y jóvenes la importancia del contenido de la Constitución Política Mexicana y fomentemos en ellos el amor por este nuestro México tan golpeado y sufrido.