En 1988 el ambiente Político en México estaba enrarecido; el Partido Revolucionario Institucional postuló como candidato a la Presidencia de la República a Carlos Salinas de Gortari, ante el rechazo e inconformidad de cuadros distinguidos de ese partido, entre los que destacaron Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo, quienes renunciaron al tricolor para buscar nuevas opciones, iniciando un movimiento para construir el Frente Nacional Democrático, antecedente del PRD, que lanza como candidato al propio Cuauhtémoc Cárdenas; el PAN, por su parte, avala la candidatura de Manuel Clouthier, "Maquío".
Aunque se trata de acontecimientos que se han dado relativamente ayer, es conveniente que los recordemos para saber quiénes han sido protagonistas de la vida política nacional, porque suele darse el caso de que los olvidemos y no podamos, por ello, reconstruir el pasado para comprender el presente y proyectar el futuro, o, como dicen otros. Desconocer el pasado, induce a cometer los mismos errores, hoy y mañana.
Salinas se declara ganador de las elecciones, para el periodo 1988-1994, aunque su "triunfo" fue muy cuestionado por sospecha de fraude, pues a Manuel Bartlett Díaz, secretario de Gobernación y responsable de lo que entonces era la Comisión Federal Electoral, "se le cayó el sistema".
Después de la turbulencia política que produjo el fatídico homicidio de Luis Donaldo Colosio, candidato del PRI a la presidencia de la República en marzo de 1994, crimen que no ha sido suficientemente aclarado-, Salinas de Gortari tuvo que hacer ajustes en su partido y maniobrar para decidirse por Ernesto Zedillo como candidato emergente del tricolor, a escasos cuatro meses de la jornada electoral.
Zedillo, oscuro burócrata, sin ninguna experiencia político-electoral previa, ex secretario de Educación del gobierno Salinista, desarrolló una maratónica campaña, enfrentándose a dos pesos pesados de la política nacional: Diego Fernández de Cevallos, abanderado del PAN y Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, postulado por el naciente PRD, a los que finalmente venció en las urnas, resultando electo presidente para el período 1994-2000.
Estos tres personajes protagonizaron debates en los que destacó "el jefe Diego", como gustaba que le dijeran: elocuente, irónico, "dicharachero"; cuando aludía a Zedillo lo llamaba con sarcasmo y burla "el chico de los dieces" en referencia a su aplicación escolar de niño y adolescente; Cuauhtémoc en sus intervenciones fue parco y gris, y Zedillo totalmente intrascendente, pero ganó la elección; la gente, se dijo entonces, votó por el PRI porque tenía miedo, asustada por lo de Colosio.
Estamos en el año 2000, un nuevo siglo. El proceso electoral se calienta con los ataques y descalificaciones entre los candidatos propuestos por los partidos; nuevamente Cuauhtémoc por el PRD y otra vez el rostro- adusto, imperturbable, aparece en la propaganda política anunciando; por el PRI es postulado Francisco Labastida Ochoa, ex gobernador de Sinaloa y ex secretario de Agricultura; Labastida es un candidato timorato, pusilánime, miedoso, quien se enfrenta en desventaja con el ocurrente e imprudente empresario "cocacolero" y ex gobernador de Guanajuato: Vicente Fox, candidato del PAN, quien sale triunfador en la contienda electoral; Zedillo le entrega la estafeta para inaugurar el primer gobierno de la "alternancia", después de setenta años de hegemonía política del PRI.
Como presidente Fox cometió infinidad de errores políticos y diplomáticos por su carácter "locuaz" e impulsivo. "Nomás cenas y te vas", le dijo a Fidel Castro, presidente de Cuba sin precaución ni cortesía ninguna en conversación telefónica que todo mundo escuchó.
Para el período 2006-2012, los candidatos son: por el PRI, Roberto Madrazo Pintado, ex presidente nacional de su partido, quien no está en el ánimo de la gente; aparece en la escena política Andrés Manuel López Obrador, como candidato del PRD, con su proyecto de gobierno populista y por el PAN, el abanderado es Felipe Calderón Hinojosa, quién a la postre resulta triunfador, lo que representa dos períodos en manos de la derecha panista, que para algunas personas se trató de gobiernos de la transición democrática.
Tanto Fox como- Calderón presiden gobiernos intrascendentes, opacos y grises en el aspecto político y social, pues no hubo cambios notables, las cosas siguieron igual, como si se tratara de extensiones de la hegemonía priísta.La gente quedó desilusionada por lo que en el proceso electoral de 2012 la preferencia electoral es para Enrique Peña Nieto del PRI, enfrentándose A Josefina Vázquez, abanderada del PAN, y una vez más aparece como candidato del PRD López Obrador, quien no aceptó el resultado que favoreció a Peña, se dijo robado, realizando una serie de movilizaciones como protesta por considerar que "la mafia en el poder" lo despojó de un triunfo que era suyo; levantó campamentos en el Paseo de la Reforma e instaló lo que él llamó "gobierno legítimo". (Primera de dos partes)