La necesidad de aplicar políticas públicas con perspectiva de género ha cobrado especial interés en el México de hoy. No estoy de acuerdo con los que afirman, generalizando, que las mujeres son rezagadas o relegadas por el simple hecho de ser mujer. Los casos de discriminación hacia las féminas deben individualizarse y conocer las causas del acto discriminatorio; lo cierto es que cada día vemos que la mujer ocupa más espacios.La exclusión de la mujer o de cualquier otro grupo social atenta contra la democracia; nuestra percepción es que en la actualidad las mujeres son protagonistas tanto en la función pública como en la empresa privada. Esto se debe a que las instituciones públicas, tales como las dependencias de gobierno, los partidos políticos, las organizaciones sociales e igualmente las instituciones privadas como las empresas industriales, comerciales y de servicios, incluyen en sus programas y en sus acciones serias reflexiones acerca de la situación de injusticia y desigualdad que vivían las mujeres; se han planteado una serie de estrategias para combatir conductas antisociales que se daban, y aún se dan en ciertos casos, en contra de la dignidad de las mujeres como son la violencia intrafamiliar, la discriminación laboral y la ausencia de la mujer en puestos clave de responsabilidad y decisión.
Hoy puede afirmarse que después de muchos años de lucha la mujer ha alcanzado un plano de igualdad con el hombre, ocupando espacios y desarrollando tareas que todavía hace pocos años se consideraban como segmentos o áreas exclusivas del elemento masculino. Las hembras mexicanas de cualquier nivel económico o social han demostrado que tienen la capacidad, el talento, la disposición de enfrentar retos y vencerlos, derribando obstáculos y rompiendo prejuicios que impedían su avance y superación.
La mujer ha superado al hombre en muchas áreas y lo ha desplazado en distintos campos del quehacer humano. Hoy vemos la participación femenina en los diversos oficios que anteriormente se consideraban exclusivos del hombre. Tenemos albañilas, carpinteras, mecánicas automotrices, técnicas en radio y televisión. En el área deportiva se aprecia con mayor frecuencia la participación femenina: podemos ver excelentes y destacadas futbolistas, boxeadoras, luchadoras, basquetbolistas, beisbolistas, corredoras de autos, atletas, etc.
No se diga en la función pública, en la que es posible encontrar numerosos ejemplos de cómo las mujeres de México han ido ocupando espacios que demuestran el avance que han tenido. La política hasta hace poco era una actividad que se consideraba vedada a la mujer, sólo los hombres podían participar y ser beneficiarios de ella. Poco a poco, silenciosamente por lo general, pero haciendo ruido en muchos casos, la mujer dejó oír su voz y su reclamo ante esta injustificada discriminación; arrojando como resultado que hoy tengamos gobernadoras de los Estados, senadoras de la República, diputadas federales, presidentas municipales, diputadas locales, síndicas y regidoras de ayuntamientos, dirigentes de partidos y de organizaciones sociales, cargos en los que han dado pruebas de su talento y enorme potencial. Sólo faltaba que llegaran a la Presidencia de la República, y ésta la han conseguido recientemente. Y la que llegó, en su discurso de toma de posesión, tuvo una frase populista, pero feliz: "No llego sola, llegamos todas"
En el ámbito de la administración de justicia la colaboración femenina es efectiva y real: Ministras de la Suprema Corte, Magistradas de Tribunales Colegiados y Unitarios de Circuito, Juezas de Distrito, Juezas de Primera Instancia, Magistradas de Tribunal Superior de Justicia en los Estados, etc. y lo mismo podemos decir en el campo de la procuración de justicia, pues tenemos procuradoras, fiscales generales, subprocuradoras, defensoras de oficio y defensoras públicas.
El ámbito social donde se nota un alto nivel de participación femenina es el de la comunicación. "El campo de los medios masivos de comunicación, prensa, radio y televisión ha sido terreno fértil para la participación femenina. Locutoras, reporteras, conductoras de programas, cronistas de espectáculos artísticos y deportivos, editorialistas, directoras de periódicos o revistas", actividades que hasta hace relativamente poco tiempo las desarrollaban sólo hombres.
Haber obtenido el derecho a votar y ser votada, otorgado por el presidente Adolfo Ruiz Cortines, en 1953; y el empleo del pantalón, prenda de vestir que se consideraba exclusiva del hombre fueron hechos trascendentes para el movimiento de liberación de la mujer.
Durante mucho tiempo el vestido de la mujer fue de falda ancha y debajo de la rodilla. Le costó trabajo decidirse a usar el pantalón; las primeras damas que lo usaron fueron criticadas y relegadas socialmente, pero al fin se impuso la mentalidad de usar una prenda más práctica, cómoda y segura. Así llega al protagonismo.
El papel protagónico que en nuestro tiempo juega la mujer, se da dentro y fuera de su casa. En muchos casos la mujer es la jefa de familia, sin esposo y aun teniéndolo, la mujer se hace cargo del hogar, de la administración del ingreso familiar, de la distribución del mismo para atender las necesidades del gasto doméstico, que abarque la totalidad de los renglones que tiene que atender: alimentación, salud, educación, servicios, diversiones, ropa y paseos, etc.
Tal es el grado de participación social que ha ganado la mujer, y tanto su nivel de independencia y protagonismo que algunos tratadistas del tema, sea en broma, sea de manera seria plantean la siguiente cuestión: ¿Estamos en un proceso sociológico de retorno a la ginecocracia y con ésta al matriarcado?
La pregunta está en el aire, y es bueno en este punto, conocer la opinión de los expertos, que afirman que no es correcto oponer la ginecocracia a la forma patriarcal o antropocracia, pues no se trata de que el hombre domine a la mujer, ni que ésta someta a aquel. Lo ideal es alcanzar una sociedad equilibrada donde hombre y mujer estén efectivamente colocados en un plano de igualdad social, legal y económicamente para ser efectivo el Artículo 4º Constitucional: "El hombre y la mujer son iguales ante la ley. Esta promoverá y protegerá el desarrollo de la familia".