Percepciones de ministros se reducirán hasta en 5.5 millones de pesos anuales, señala diputada federal
Hasta 7 millones de pesos por año podía ganar un ministro del Poder Judicial de la Federación al sumar sueldo, prestaciones, primas y los fideicomisos que fueron extintos por la reforma en el tema, para que los próximos funcionarios alcancen un salario neto anual que no supere la remuneración de la presidenta de la República, que es de un millón 590 mil pesos anuales.
Cintia Cuevas Sánchez, diputada federal, explicó que el sueldo neto anual de un ministro es de 2 millones 400 mil pesos, aparte de que tenían prestaciones anuales, como estímulos por antigüedad que llegaban a un millón 310 mil pesos, además de la prima vacacional, seguro de gastos médicos mayores, entre otros.
Se refirió a la elección de jueces y magistrados que se realizará el primer domingo de junio de 2025, explicó que se llevó a cabo una insaculación para determinar cuáles serían los primeros juzgados que serían sometidos a este proceso democrático, donde se elegirá a 19 magistrados y 12 jueces de Coahuila.
En Torreón serían los Tribunales Colegiado en Materia Penal y Administrativa del Octavo Circuito, cinco del Tercer, Segundo y Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal y Administrativa, seis en Materia Civil y del Trabajo.
"Nosotros no vamos a elegir a los de Saltillo, nos va a tocar lo que corresponde, nuestra propia circunscripción", dijo.
Aclaró que en el 2026 y 2027 serían otros los tribunales que tendrán que ser renovados.
Sobre registro de aspirantes, la legisladora federal explicó que ya se emitió la convocatoria e inició la habilitación de la plataforma para el registro de aspirantes a las 00:00 horas del 5 de noviembre, misma que termina el día 24 de este mismo mes.
Cuevas Sánchez dijo que se ha establecido la reducción y que se definirá el nuevo salario en el presupuesto que está por aprobarse en el Congreso de la Unión.
Señaló que, entre los fideicomisos que tenían en el Poder Judicial, estaba uno destinado al pago de la limpieza de los hogares de trabajadores de alto nivel, que calificó como absolutamente ridículo y fuera de orden.