La vicepresidenta Kamala Harris. (EFE)
La tensión que había dominado al partido Demócrata desde el desastroso debate entre Joe Biden y el expresidente Donald Trump parece haber quedado en el olvido.
Ahora los votantes y donadores se han enfocado en apoyar la posible candidatura de la vicepresidenta Kamala Harris que se proyecta a contender frente a Trump con menos tiempo en campaña de ventaja, restando solo unos meses para noviembre.
La agencia de noticias Reuters reportó que Harris recaudó casi 50 millones de dólares para su campaña en menos de un día tras el anuncio de Biden a través de donaciones de simpatizantes.
Salida de Biden
Esto representa un respiro, luego de que las últimas encuestas demostraran que casi ⅔ de los partidarios demócratas decían que Biden debía dejar la candidatura presidencial y dejar al partido nominar a otro candidato.
Además, una de las encuestas más recientes reveló que solo 3 de cada 10 demócratas tenían “excesiva” confianza en su capacidad mental para desempeñarse como presidente.
Joe Biden, de 81 años de edad, había enfrentado señalamientos desde hace más de un año sobre su estado de salud y mental, lo que tras el debate elevó la crítica hasta que altos perfiles entre los demócratas lo animaron a dejar su aspiración a la reelección, pese a que resistió cerca de un mes.
Oportunidad contra Trump
El pasado 17 de julio, encuestas habían posicionado a políticos demócratas con mejores posibilidades de vencer a Donald Trump que el propio Joe Biden, quien tras el debate había ido perdiendo terreno e incluso enfrentaba un clara derrota.
Entre los demócratas con oportunidad para derrotar a Trump se encuentran la vicepresidenta Kamala Harris, el senador Mark Kelly y los gobernadores Wes Moore de Maryland, Josh Shapiro de Pennsylvania y Gretchen Whitmer de Michigan.
Si bien el futuro no está decidido, ya que Harris debe ganarse los suficientes delegados antes de la Convención Nacional, el terreno parece estar más libre, luego de que una de las figuras más importantes de los Demócratas, la congresista Nancy Pelosi le extendiera oficialmente su apoyo.
Pelosi, según medios como The Hill, jugó un papel clave en presionar a Biden detrás de escenas para que repensara su decisión de permanecer en la contienda presidencial.
“Hoy, es con inmenso orgullo e ilimitado optimismo para el futuro de nuestro país que apoyó a la vicepresidenta Kamala Harris como presidente de Estados Unidos”, externó Pelosi.
Izquierda pierde terreno al apoyar a Biden
La postura de los demócratas más oficiales chocó en la última semana con lo expresado por el senador izquierdista Bernie Sanders y la congresista progresista Alexandria Ocasio-Cortez, quienes se mantuvieron leales al presidente Biden, luego de que este les permitiera ciertas concesiones de ganarle a Trump.
Considerados como estrategas, ambos lograron que Biden apoyara expandir los beneficios de la seguridad social y eliminar la “deuda médica” como uno de los objetivos en los primeros 100 días de la ya inexistente campaña de Biden.
Incluso, Sanders publicó una columna de opinión en el diario The New York Times declarando que “haría todo lo posible por ver al presidente Biden reelecto”.
Surge temor en la campaña de Donald Trump
Un reportaje del periodista Tim Alberta para la revista The Atlantic deja en claro que la campaña de Donald Trump no esperaba la retirada de Biden y habían enfocado todos sus discursos y acciones a atacarlo como candidato.
Si bien tenían presentes que el partido Demócrata era “una máquina”, la preocupación era menor dado que él como candidato había rechazado los esfuerzos de sus aliados para dejar la contienda.
“Nos vemos forzados a gastar tiempo y dinero en pelear con el deshonesto Joe Biden, en las encuestas sale mal tras un terrible debate y deja la carrera… Ahora tenemos que empezar todo de nuevo”, reclamó Trump en sus redes sociales.
La publicación de Alberta agrega que incluso la selección del senador JD Vance como el compañero de fórmula de Donald Trump fue como un “lujo” para aumentar los márgenes con la base en lugar de persuadir a votantes indecisos.
“Por primera vez en mucho tiempo, Trump no controla la narrativa de 2024”, cierra el artículo.
