El presidente iraní Ebrahim Raisi, el ministro de Asuntos Exteriores del país y otros fueron encontrados sin vida el lunes en el sitio donde se estrelló un helicóptero.
La repentina muerte de Raisi el domingo junto con el ministro de Exteriores del país y otros funcionarios en un choque de helicóptero en el noroeste de Irán se produjo mientras Irán lidiaba con la disidencia interna y con tensiones internacionales.
La agencia IRNA informó de que tras el fallecimiento del mandatario se convocó una reunión urgente del Gabinete, que presidió el vicepresidente primero de Irán, Mohamad Mojber, quien debería asumir la presidencia según la Constitución iraní.
El gabinete iraní aseguró este lunes que no habrá "problemas" en la administración del país tras la muerte del presidente.
"Con la ayuda de dios todopoderoso y del pueblo, no habrá problemas en la administración del país", indicó el Gabinete en un comunicado en su primera reunión tras el anuncio de la muerte del mandatario.
"Aseguramos a nuestra leal, agradecida y querida nación, que el camino lleno de honor y servicio continuará con el espíritu del incansable ayatolá Raisi, héroe y servidor. de la nación", añadió el comunicado.