Donald Trump, próximo mandatario estadounidense, planea dejar que agentes migratorios entren hasta en bodas y funerales como parte de su plan de deportación masiva.
La cadena NBC News reportó que Donald Trump rescindiría una política que evita que los oficiales de inmigración arresten a indocumentados en los llamados lugares sensibles, incluidos los espacios de culto, escuelas y hospitales o actos como funerales, bodas y manifestaciones públicas sin la aprobación de los superiores. La medida tendría como objetivo aumentar la autoridad del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) para arrestar migrantes en todo el país y su rapidez para hacerlo, indicó el medio.
Destacó que "aunque el cambio tendría implicaciones más amplias, podría significar el fin de la historia para aquellas personas que han buscado protección contra la deportación, a veces durante años, al vivir en lugares sensibles como iglesias".
A los agentes del ICE se les ha permitido ingresar a lugares sensibles sólo para realizar arrestos bajo ciertas condiciones; por ejemplo, un problema de seguridad nacional o terrorismo, para arrestar a un delincuente considerado peligroso o si había un riesgo inminente de muerte o daño físico a una persona o propiedad, o la posibilidad de que la evidencia de una investigación criminal fuera destruida, reportó NBC News.
Un exfuncionario del Departamento de Seguridad Nacional dijo que cambiar la política de lugares sensibles podría ser una buena noticia para algunos agentes que se han sentido obstaculizados por las restricciones sobre dónde pueden operar, indicó NBC News.
Mientras, Tom Homan, designado como futuro zar fronterizo, aseguró que la ciudad de Chicago se convertirá en la "zona cero" de las deportaciones masivas.
De acuerdo con medios estadounidenses como CBS News, Homan dijo que "Chicago está en problemas porque su alcalde apesta y su gobernador apesta".
Aludió al alcalde Brandon Johnson y al gobernador JB Pritzker, ambos demócratas y opuestos a la detención de migrantes. Luego, advirtió que la operación de deportación arrancará en Chicago. "Vamos a empezar aquí mismo, en Chicago, Illinois. Si el alcalde de Chicago no quiere ayudar, que se haga a un lado", señaló Homan. "Pero si nos lo impide [si alberga u oculta a sabiendas a un extranjero indocumentado] lo procesaré", aseguró. Homan prometió que agentes del ICE estarán en Chicago desde el momento en que Trump asuma el cargo, el 20 de enero. Homan destacó que el enfoque inicial estará en identificar a solicitantes de asilo cuyo estatus no sea aprobado y en arrestar a quienes alberguen a personas con antecedentes criminales, pero que no se limitará a ello.