Jennifer Lawrence. EFE
Los que vivieron su adolescencia entre el 2010 y el 2019 saben que el nombre de Jennifer Lawrence fue uno de los más importantes del cine, pues dio vida a uno de los personajes más icónicos del cine juvenil: Katniss Everdeen de la saga Los Juegos del Hambre; sin embargo, a diferencia de otros ídolos juveniles como Kristen Stewart o Shailene Woodley, JLaw, como le decían algunos, gozaba de prestigio.
La actriz no solamente formaba parte de una de las franquicias más exitosas de la historia del cine, sino que también era una actriz reconocida por su talento. Con solamente 22 años de edad, Jennifer ganó el Oscar en el 2013 tras interpretar a una joven viuda con problemas en la película Silver Linings Playbook (2012). Previamente, había recibido una nominación por la cinta Winters Bone en el 2011, otra más en el 2014 por American Hustle en el 2014 y la última ocurrió en el 2016.
En medio de su prestigio como actriz, también estaba su popularidad, lo que le dio pie a participar en cintas de gran éxito como la saga X-Men, así como otros dramas como Serena.
Tras el final de Los Juegos del Hambre en el año 2015, pareciera que la gente y los ejecutivos estaban cansados de Jennifer, pues sus proyectos fueron disminuyendo, así como el éxito de las mismas.
En el año 2016 estrenó la película Passengers coprotagonizada junto a Chris Pratt, un romance espacial que resultó ser un éxito en taquilla, sin embargo, la crítica no fue lo esperado. A esta le siguieron cintas como la polémica Mother! de Darren Aronofsky en 2017, Red Sparrow de Francis Lawrence en 2018 y el fracaso colosal, Dark Phoenix de 2019, cinta en la que da vida por última vez a Mystique.
JLaw estaba realizando una película por año, las cuales no estaban siendo las más populares.
Tras una breve pausa, en el 2021 regresó con la cinta Don't Look Up de Netflix, película que la colocó en el mapa de nuevo, pues fue aclamada y fue nominada mejor película en los Oscar.
Tras convertirse en madre, parece que Jennifer está enfocada en su vida personal, pues los proyectos cada vez tienen menor relevancia, como en la cinta Causeway del 2022 y la comedia No Hard Feelings de 2023.
Pareciera que Jennifer ha caído en la maldición del premio de la mejor actriz.
Habrá que esperar que rumbo toma su carrera, pues ha estado muy desaparecida del medio, apenas el pasado domingo apareció en los premios Oscar para presentar el premio de mejor actriz que ganó una contemporánea de su generación, Emma Stone, quien triunfó gracias a Poor Things.