José Luis Escamilla, vicario de la Diócesis de Torreón.
Para hacer frente al riesgo y desorden que pueden surgir en las fiestas de Halloween, el Centro Saulo en Torreón organizó una jornada de oración que se extendió hasta las primeras horas de este 1 de noviembre, en celebración de la festividad de Todos los Santos.
José Luis Escamilla, sacerdote y rector de dicho centro, explicó en entrevista para A Media Plana de El Siglo de Torreón que el objetivo de esta actividad no fue evitar travesuras inocentes de Halloween, sino más bien mitigar el desorden y los posibles riesgos. "Mientras algunos se dedicaban a las travesuras, grupos de hermanos laicos estaban en oración para contrarrestar situaciones de riesgo", señaló.
En cuanto a la festividad católica de Todos los Santos, explicó que se celebra en conjunto con la fiesta del inicio de cada mes, una tradición en la que se pide al "Padre Providente" protección para todos. Esta celebración honra a todas las personas santas, incluidas aquellas que no han sido canonizadas oficialmente por la Iglesia, debido a que el proceso de canonización es minucioso y no puede abarcar a cada persona digna de reconocimiento.
El sacerdote compartió un ejemplo personal al recordar a su padre, quien falleció en 1995 y a quien considera un santo debido a su vida de fe y responsabilidad. "Estamos acostumbrados a hablar de santos como si fueran personas extrañas o que hacen cosas raras, pero no es así. Los santos fueron personas como nosotros. Esta mañana escuchaba al Papa Francisco decir que mi vecino puede ser un santo, que nosotros mismos podríamos estar conviviendo con personas santas", expresó Escamilla, quien también funge como Vicario General de la Diócesis de Torreón.
Escamilla reflexionó sobre cómo los santos pueden estar entre aquellos que viven su vida con responsabilidad y fe, como padres de familia o amigos cercanos, además de los santos canonizados reconocidos oficialmente por la Iglesia.
Durante la entrevista, también destacó que la fiesta de Todos los Santos es una ocasión para recordar las tres dimensiones de la Iglesia Católica: la Iglesia Peregrina, formada por todos los fieles que aún caminan en este mundo; la Iglesia Purgante, que es donde van las almas que deben purgar alguna pena antes de alcanzar la gloria; y la Iglesia Triunfante, a la que pertenecen los santos que vivieron su fe de manera heroica y conforme al Evangelio.
Para este 2 de noviembre, la Iglesia Católica celebrará el Día de los Fieles Difuntos con una ceremonia eucarística, donde se pedirá por aquellos que ya han partido de este plano terrenal. Escamilla explicó que esta oración es una forma de solicitar que todos aquellos en el purgatorio continúen su camino hacia la gloria y se integren plenamente en la Iglesia Triunfante.
"Oramos para que el triunfo de Cristo se realice en ellos", concluyó el sacerdote.