Tal como era de esperarse, la violación de la autonomía a la única institución libre y creíble que aún queda en el país por parte del presidente López, vino a generar una depreciación del Peso mexicano ante lo mercados internacionales, como ya se había anticipado que ocurriera; y no es para menos.
Un país que carece de transparencia, de Estado de Derecho y de instituciones autónomas no ofrece ningún tipo de garantía ni para los individuos de otros países que busquen invertir en el mismo, ni para las grandes empresas internacionales temerosas de sufrir expropiaciones, extorsiones y violencia más directa (como sucede en las repúblicas bananeras) ni para los propios ciudadanos que en teoría podrían integrar la planta laboral y comercial que los primeros y segundos requieren para poder establecerse con miras a detonar negocios, creando fuentes de empleo (algo que el Gobierno no genera).
Lo anterior viene a cuenta de una de las ocurrencias que el titular saliente del Ejecutivo Federal tuvo en una de sus mañaneras, luego que el Embajador Ken Salazar-a quien por su cercanía con López apodaban despectivamente en Washington "el embajador de México en el Departamento de Estado"-criticó en conferencia de prensa al macuspano por poner en peligro la Democracia y la transparencia en el país con su llamada "reforma judicial". La ocurrencia en esta ocasión fue decir que mantendría "en pausa las relaciones diplomáticas con Estados Unidos y Canadá", para después rematar que las mantendría en pausa "con sus embajadores, pero no con sus Gobiernos".
Las consecuencias inmediatas no se hicieron esperar: devaluación ocurrida en estas últimas sobrevino de manera inmediata como un golpe, pues no es para menos preocupante para el resto del mundo civilizado ver como nuestro país pierde sus instituciones y su libertad a capricho de un solo hombre y en detrimento de todos. Como medida desesperada, Ricardo Monreal como próximo coordinador de MORENA en el Congreso anunció públicamente que por órdenes de Claudia Sheinbaum dicha reforma no pasaría en fast track como lo habían dicho antes, pero nadie fuera del país les creyó, y el Peso ha continuado devaluado.
En este mismo tenor, Raymundo Rivapalacio ha venido a subrayar algo muy importante: "De cualquier forma, es una señal importante que le estén empezando a doler las reacciones en los mercados internacionales a López Obrador, que lo que menos debe querer es entregar el mandato con una crisis económica detonada por él, con decisiones apoyadas en el poder metaconstitucional que le resta, como lo hicieron en el epílogo de sus gobiernos Luis Echeverría, que expropió tierras ganaderas en Sonora, en un conflicto que le costó el empleo -para restablecer la estabilidad, al gobernador Carlos Armando Biebrich- y devaluó en casi 100% el peso frente al dólar rompiendo 22 años de paridad fija, y José López Portillo, que devaluó a meses de dejar el poder, decretó una moratoria al pago de la deuda externa y nacionalizó la banca".
Desafortunadamente para el país, nadie en el remedo de corte bufonesca que es el Gabinete se ha atrevido a anunciarle al hombre que tuvo 20 años para prepararse para gobernar dignamente-y que decidió mejor invertir su tiempo en realizar oscuros viajes de campaña y comer tlayudas-que en materia de Derecho Internacional las relaciones diplomáticas entre países no se pueden "poner en pausa" en primer lugar, porque o éstas se mantienen como tales o se rompen definitivamente (algo que en el fondo él temería que sucediera por las consecuencias directas que sobre su persona desencadenaría esto, no por patriotismo); y segundo, que la persona de un Embajador hasta como Ministro Extraordinario y Plenipotenciario es tan directa, grave e importante como si se tratara del mismo presidente de los Estados Unidos en persona, razón por la que un agravio tan irresponsable y de esta magnitud difícilmente podrá ser pasado por alto en corto y mediano plazo: si no por el propio Joseph Biden al menos por quienes conforman su Administración lo mismo que por quienes integran el Establishment de la Unión Americana independientemente de quien gobierne; esto es, el Senado, la Cámara de Representantes, el Pentágono y la DEA.