La Cofepris respaldó la decisión de la SCJN sobre el etiquetado.
La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) reconoció la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de reiterar la constitucionalidad de las disposiciones que regulan el etiquetado frontal para alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasados. Esto para indicar los productos que exceden los límites máximos de contenido energético, azúcares añadidos, grasas saturadas, sodio y demás nutrimentos críticos e ingredientes.
El pleno del máximo tribunal del país determinó que el etiquetado frontal cumple un fin constitucionalmente válido, al inhibir o desincentivar el consumo de ciertos alimentos para evitar enfermedades crónicas no transmisibles; hacer efectivo el derecho a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad, así como proteger el derecho a la salud de la población.
Asimismo, estableció que esta medida no viola los principios de igualdad, de no discriminación y de equidad, ya que no favorece a otros sectores, industrias y productos del comercio, en virtud de que los productos procesados y ultraprocesados no son iguales a los alimentos y las bebidas no alcohólicas expendidos a granel y envasados en punto de venta.
La Cofepris, señaló que el etiquetado para alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasados de fabricación nacional o extranjera que se comercialicen en México es obligatorio de acuerdo con la NOM-051-SCFI/SSA1-2010, encargada de establecer la información comercial y sanitaria que deben contener dichos productos.
Se ha documentado que el consumo excesivo de sodio, azúcares y grasas saturadas o trans, que se encuentran con mayor frecuencia en productos ultraprocesados, está vinculado con el desarrollo de sobrepeso, obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares, que contribuyen con más de 70 por ciento de las muertes en personas adultas en México.
La dependencia federal, indicó que los padecimientos descritos son complejos y multicausales, y que están relacionados principalmente con cambios no favorables del entorno, como mayor disponibilidad y accesibilidad a productos industrializados.