Bastante polémica se ha creado en torno a la expansión de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) en 2024, la llegada de Conspiradores de Querétaro y Dorados de Chihuahua aumentó a 20 membresías en el casi centenario circuito, algo que no se veía desde el ya lejano 1980, cuando la huelga de la Asociación Nacional de Beisbolistas (ANABE) provocó que se jugara una mini temporada con solamente seis equipos, y los Saraperos de Saltillo fueron campeones.
El presidente de la liga, Horacio de la Vega Flores, declaró públicamente en días pasados, que el tradicional circuito de verano hoy se encuentra en su mejor momento. El argumento de los detractores de la expansión, es que no hay la cantidad suficiente de jugadores, para mantener un nivel competitivo importante; el anuncio de las dos nuevas plazas ya se había hecho, y después vino la apertura para que cada equipo pueda tener en su roster, hasta 20 jugadores no nacidos en México; obviamente esa determinación favoreció a los nuevos equipos, así como a quienes no han trabajado en el desarrollo de jóvenes talentos mexicanos en los últimos años. Ahora el problema es que tener a 20 no nacidos en México no es garantía de mejorar la calidad de beisbol, pero sí es un hecho que el costo de las nóminas se eleva considerablemente.
En tiempos de Emmanuel Rustrián como encargado de Prensa de la LMB, se informaba abiertamente sobre los resultados cuando se hacían los exámenes antidoping; el boletín oficial decía claramente el nombre del pelotero suspendido, la cantidad de días y la sustancia prohibida que había consumido. Hoy se especula que los resultados de doping positivo se cubren con el pago de una multa. El tema de los ampayers no es menos importante, porque desde la temporada anterior se han visto trabajos muy deficientes de los hombres de azul; la producción de nuevo valores del ampayeo es limitada, y es necesario echar mano de jóvenes inexpertos, no preparados para esta liga.
Humberto “Lobo” Sáiz fue suspendido por una falta que cometió en la Liga Mexicana del Pacífico (LMP), mientras que Ricardo y Sócrates Marín fueron marginados hace algunos años, cuando hoy hacen mucha falta elementos de ese nivel, el cual demuestran en la pelota invernal mexicana y en las ligas de Chihuahua y Norte de Coahuila. Los problemas que tuvieron Chihuahua y Querétaro para ingresar este año a la liga, son demasiado evidentes, y se reflejan en las pobres asistencias en sus estadios; la directiva de Dorados ya tuvo problemas hace unos días, cuando por falta de pago, sus jugadores se negaban a saltar al terreno en la visita de Unión Laguna al Estado Grande.
Si hoy se echa un vistazo al standing, a más de la mitad de temporada por jugarse, en la Zona Norte parece que ya están definidas las cosas en cuanto al pase a play off; Aguascalientes, Durango, Jalisco y Chihuahua parecen destinados a no calificar, a menos de que sus directivos se pongan las pilas y en base a un gran esfuerzo económico, refuercen verdaderamente sus equipos; en Charros de Jalisco hay recursos y gente que sabe de beisbol, por lo que no se puede descartar a los Charros de meterse a la postemporada. En varias organizaciones todavía está muy metido el Gobierno del Estado, y mientras eso se mantenga, esos equipos no podrán avanzar.
En la Laguna desde que el beisbol de la LMB regresó en 1985, se han tenido equipos perdedores, el problema principal ha sido el presupuesto limitado, y cuando hubo recursos para formar un equipo competitivo, se tomaron malas decisiones, como poner a managers como Marco Antonio Guzmán, Ramón Esquer, Gerardo Sánchez, Héctor Estrada, Wes Clements, Antonio Aguilera, Roberto Méndez, Alex Taberas y algunos otros que se mantienen siquiera cerca de trabajar como managers, y ser ganadores. Para Unión Laguna el próximo martes continúa la aventura y las expectativas se mantienen muy altas, el público ha apoyado con todo, y de ese tamaño es su exigencia.