Chavos de Santa Clara Maravasco, Durango, es el nombre de batalla del nuevo equipo integrante del Circuito Mayor de Beisbol de la Laguna, y que el pasado domingo 17 de noviembre se presentó en casa, para recibir a Laguneros de la Laguna en doble juego. El proyecto también cuenta con la presencia de Nazareno, por lo que se tocan dos plazas que no habían tenido este beisbol; reportan que en el área de Maravasco hay gran cantidad de talentos jóvenes que tienen todo para recibir una oportunidad en el profesionalismo; la intención es llegar a cubrir todo el territorio de la Comarca Lagunera y que el Circuito esté al alcance de todos los laguneros.
Al contar con Tlahualilo, Gómez Palacio y Torreón se tienen plazas ya de muchos años de tradición y eso debe incrementar el interés del aficionado que ve con buenos ojos como existe buena proyección para talentos jóvenes nacidos en la región. Y este tema es importante, porque el aficionado debe entender que una liga importante lo es no sólo por los nombres rimbombantes de sus jugadores profesionales o foráneos, sino por el talento lagunero con que cuentan todos los equipos participantes. El domingo en Tlahualilo hubo 300 aficionados que salieron contentos por el accionar de su equipo, prácticamente integrado con jugadores nativos de esta población.
Hoy resulta triste ver que en la actual temporada de la Liga Mexicana del Pacífico en las nóminas solamente hay dos laguneros; Manny Bañuelos y Ricardo Serrano, cuando en años atrás se veían hasta 12 ó 15 laguneros; la pregunta es obligada ¿qué sucedió para que se terminara con aquella presencia de laguneros en la pelota profesional?
El surgimiento de los Fernando Rodríguez o Federico Castañeda no fue producto de la casualidad, sino de un trabajo del beisbol amateur que les abrió las puertas de los Algodoneros de Unión Laguna; del resto tanto “He-Man” como Lico se encargaron en base a su talento y dedicación.
Por lo pronto, el ingreso del equipo Chavos de Santa Clara Maravasco, Durango obliga a que uno de los cinco participantes tenga un descanso, pero no se descarta el ingreso de un sexto equipo para tener tres series de fin de semana, con los ajustes lógicos en el rol de juegos para que a lo largo de diez jornadas se enfrenten todos contra todos en dos vueltas. Con rosters de 20 jugadores por equipo ya se tiene a 100 laguneros en acción, sin que eso represente una baja en la calidad de beisbol que se ofrece a los aficionados; se trata de una plataforma que sostenga el despegue de un proyecto que va a enriquecer al beisbol lagunero en todos sus niveles.
Actualmente las ligas de beisbol en la Laguna se mueven en base a recursos económicos con que cuentan para funcionar, es necesario establecer un cobro a los equipos para subsistir, pero todo tiene un límite y cuando se colabora con una liga en busca de un beneficio económico es difícil cumplir los objetivos, porque en estos tiempos ya no funcionan las “ligas S.A. de C.V.” y esa etiqueta le ponen algunos directivos a quienes solamente interesa el aspecto económico, y no el desarrollo del beisbol. El beisbol lagunero necesita personas honestas que inviertan tiempo y dinero para engrandecerlo, pero abundan directivos con un punto de vista diferente.
Y en Tlahualilo el próximo domingo seguramente habrá otra gran asistencia, ahora para ver en acción a los Sandilleros frente a Gómez Palacio – Academia Cardenales. Los 300 aficionados que asistieron el domingo anterior disfrutan mucho ver en acción a un equipo integrado casi en su totalidad por jugadores originarios de aquella población; durante muchos años la prioridad era jugadores profesionales, extranjeros o foráneos, con uno o dos tlahualilenses como titulares, a pesar de que allá existe una escuela de beisbol que es famosa por los jugadores que de ahí han egresado. Estos Sandilleros caminan con paso firme, a pesar de los obstáculos que han encontrado en el camino.