Hace unos días me llamó una gran aficionada al beisbol, con los colores de Unión Laguna tatuados en su piel; el tema de la charla fue saber si a Nick Torres se le puede considerar el mejor jardinero derecho de Unión Laguna, al menos en la última etapa del equipo, de 1985 a la fecha. De inmediato surgió el nombre de Dave Stockstill, para quien esto escribe, el número uno en dicha posición. El “Vikingo” de Crane, Missouri era un tremendo defensivo, con un excelente brazo, y con el bate ni hablar; 109 carreras producidas para ser el campeón de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) en aquel inolvidable 1990. Nick quizá esté un escalón abajo de Stockstill, y los números así lo indican.
Dave Stockstill llegó a los Algodoneros de Unión Laguna en 1989, cuando la LMB suspendió al doctor Francisco Eguiarte, presidente de los Charros de Jalisco, por malos manejos; los jugadores del equipo tapatío entraron a un Draft, en el cual todos los equipos eligieron, y los seleccionados por Unión Laguna fueron Dave Stockstill y el relevista Álvaro Soto, quien en ese 1989 fue cambiado a los Rieleros de Aguascalientes por Lauro Cervantes, el mismo que a la siguiente temporada lanzara aquel juego sin hit ni carrera frente a los Industriales de Monterrey. Fue sin duda aquella elección, un gran acierto de la directiva que encabezaba el señor Jorge Dueñes Zurita.
Stockstill se sumó a los Algodoneros en 1989 y su última temporada fue la de 1993, y en esas cinco campañas demostró la clase de pelotero que era, así como la clase de ser humano y el liderazgo natural que emanaba de su personalidad; en 1992 Stockstill asumió como manager de Unión Laguna y ahí se mantuvo hasta que dijo adiós a la organización lagunera, a la LMB y a su carrera como jugador activo. Stockstill como algodonero conectó 724 hits, 126 dobles, 13 triples y 77 cuadrangulares, para un total de 403 carreras producidas, además recibió 376 bases por bolas y se llevó 197 ponches. Su promedio global de bateo fue de .340.
Nick Torres, por su parte, en cuatro temporadas como algodonero, ha conectado 390 imparables, 76 dobles, no tiene triples y 55 cuadrangulares; acumula 236 carreras producidas, 152 bases por bolas recibidas y 323 ponches, para un .342 de promedio global. No cabe duda que Nick Torres ya es un referente en la organización lagunera, y cuando llegue la hora de decir adiós a la Laguna, entones surgirán las añoranzas y recuerdos de sus hazañas; Torres, al igual que Stockstill, es un defensivo de primera categoría, su brazo es de lo mejor, y sin conocerlo como a Stockstill, se trata de un gran ser humano, un completo profesional que lo da todo en el terreno de juego.
Suele decirse que las comparaciones son odiosas, pero en ocasiones resultan muy útiles, y gracias a esa comparación los aficionados que no vieron jugar a Dave Stockstill pueden darse una idea de la clase de jugador que era; quienes sí lo vieron y hoy disfrutan del accionar de Nick Torres, tendrán su propio punto de vista. Quizá hoy Stockstill esté un pequeño escalón por encima de Torres, pero Nick todavía tiene la posibilidad de hacer más larga su trayectoria en los Algodoneros, para subir a la mesa en donde comen las grandes figuras de este equipo. ¿Quién ha sido mejor, Dave Stockstill o Nick Torres? Lo único seguro es que ambos ya tienen un lugar muy especial.
En la historia de Unión Laguna hay jugadores que comen aparte, ahí están los Martín Dihigo, Leo Rodríguez, Jesús “Chanquilón” Díaz, Carlos “Cartucho” Regalado”, Benny “Brinquitos” Brown, Tomás “Sarita” Murillo, Antonio Pollorena, Guadalupe Salinas, Francisco Maytorena, Pete Bonfils, Blas Santana, Dave Christiansen, Miguel Alicea, Jeff Perry, Eric Peyton, Eddie Bronson, Lauro Cervantes, Juan Manuel Palafox, Hilario Rentería, Jesús Sommers, Francisco Guerrero, Luis Alfonso “Cochito” Cruz, y algunos más que pueden escapar a la memoria. En esa misma mesa come Dave Stockstill, aquel Vikingo que llegó de los Charros de Jalisco de manera circunstancial.
