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Ríos y Montañas de la Comarca Lagunera

GERARDO JIMÉNEZ GONZÁLEZ

El lunes pasado se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el Decreto que declara el Área de Protección de Recursos Naturales (APRN) "Ríos y Montañas de la Comarca Lagunera", en un polígono que abarca 172,924 hectáreas, en porciones de cinco municipios de La Laguna de Durango: Nazas, Gómez Palacio, Lerdo, Mapimí y Cuencamé. Dentro de este polígono quedan comprendidos los que correspondían a dos áreas naturales protegidas estatales que el Congreso del Estado de Durango había declarado en fechas anteriores: el Cañón de Fernández y Sierra del Sarnoso y la India, que a partir de la publicación del decreto el APRN pasará a ser de categoría federal y estará bajo la administración de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP).

Toda declaratoria de un espacio protegido genera polémica, particularmente porque con ella, si bien no cambia el régimen de propiedad de los terrenos, las actividades económicas que ahí se realicen serán reguladas para proteger y conservar el capital natural existente (que para este caso considera una biodiversidad conformada por más de 1,100 especies nativas, de ellas 162 son endémicas, 54 están en la NOM-059-SEMARNAT y 30 son prioritarias para la conservación), incomodando a quienes las efectúan evadiendo la normatividad ambiental, pero con la posibilidad de que se mejoren las que se lleven a cabo en el marco regulatorio que esta establece.

Ciertamente, para quienes cuestionan estas intervenciones gubernamentales no parece ser importante proteger y conservar el capital natural que albergan estos territorios. Sin embargo, si consideramos que la Comarca Lagunera es una región donde la naturaleza ha sido drásticamente impactada por las actividades humanas, este tipo de intervenciones podrán incomodar algunos intereses particulares asociados a actividades económicas que provocan esos impactos, pero es benéfico para la población que residimos en esta región porque protege los ecosistemas que forman parte del entorno no solo de las localidades comprendidas dentro del polígono declarado como espacio protegido, protege los ecosistemas que nos proveen de servicios ambientales como los hidrológicos (para continuar recargando los acuíferos y filtrando el agua del río Nazas de la que nos abastecemos), de captura de Carbono (captura de Dióxido de Carbono y generación de Oxígeno, limpiando el aire atmosférico que contaminamos) y de conservación de biodiversidad (fauna y flora silvestre que habita en esos hábitat).

Estos servicios ambientales, aparentemente no visibles, desempeñan una función clave para la vida de los habitantes de la Comarca Lagunera, contribuyen a mejorar la calidad de esta, porque el desarrollo de nuestra región no se basa solo en el crecimiento de la economía, también requiere conservar sano el ambiente en que esta se realiza. Quienes habitamos en la Comarca Lagunera aspiramos a vivir con estándares internacionales que han sido determinados por las directrices que emite la Organización de las Naciones Unidas (ONU), estándares que se miden a través de diferentes formas.

En un planeta donde la pérdida de biodiversidad ocurre de manera vertiginosa, ampliar los espacios de protección que permitan frenar estas tendencias perversas, constituyen accione que los ciudadanos debemos aprobar, acciones que se inscriben en el marco de los convenios que México ha suscrito como el de Diversidad Biológica (1992), de vital importancia por ser uno de los cinco países megadiversos del mundo. Otra de las directrices internacionales se establece en los Objetivos del Desarrollo Sostenible de la Agenda 20-30, particularmente el Objetivo 15 que señala sobre la conservación de la Vida de los Ecosistemas Terrestres.

Cuestionar una acción como esta de ampliar el espacio bajo estatus de protección de la naturaleza, solo puede provenir de quienes desconocen las previsiones que los científicos hacen sobre los posibles impactos del Cambio Climático en nuestra región, ya que esta medida aumenta su resiliencia, que no es otra cosa que mejorar nuestras capacidades para adaptarnos a esos impactos y disminuir los efectos negativos que tendrán en la economía y la vida doméstica de los laguneros.

Con esta nueva ANP el espacio protegido de la Comarca Lagunera se amplía a alrededor de 400,00 mil hectáreas (menos del 10% de la superficie total regional y por debajo del estándar internacional, pero que representa un avance importante), considerando las superficies parciales de los municipios donde se ubican la Reserva de la Biosfera Mapimí, la Reserva Ecológica Municipal Sierra y Cañón de Jimulco, las Reservas Naturales Voluntarias de Tomás Garrido, Villa de Bilbao y ahora Ríos y Montañas de La Comarca Lagunera.

Por estas razones y otras más, la declaratoria del APRN es una decisión gubernamental acertada que, vale la pena decirlo, surge de una iniciativa ciudadana como parte de los acuerdos que la asociación civil Prodefensa del Nazas suscribimos con la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) en octubre de 2021, para desistirse del amparo que promovimos ante un juzgado federal para proteger el río Nazas, ante la amenaza que significaba para el Parque Estatal Cañón de Fernández construir dentro de su polígono la presa que derivaría agua hacia la planta potabilizadora del programa Agua Saludable para La Laguna, acuerdo que se implementó a través de la CONANP.

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