El humo del plástico contiene sustancias químicas y tóxicas que inciden en la presencia de cáncer en las personas. (EL SIGLO DE TORREÓN)
El domingo alrededor de las dos de la tarde comenzó un nuevo incendio en el basurero de Gómez Palacio generando una columna de humo contaminante que se desplazó hacia el poniente del municipio, rumbo a Lerdo. Al lugar acudieron autoridades de Protección Civil para dar indicaciones en cuanto a la contención del siniestro, para esto se utilizó maquinaria para levantar bordos de contención y tratar de evitar el avance del fuego.
El incendio que comenzó en la parte norte del tiradero se avivó con los vientos de la tarde, avanzando hacia el sur por la explanada cubierta de basura. Las autoridades de Protección Civil valoraron la presencia de bomberos, así como la solicitud de apoyo, sin embargo, por las condiciones del sitio y las características del fuego, determinaron levantar los bordos de tierra para contenerlo.
Respecto a las causas se presume que pudo ocurrir por lo que llaman el “efecto lupa”, esto es: los rayos del sol pasan a través de un cristal que comienza a quemar papel o plástico, generando la conflagración.
“Cuando esto pasa, dura algunos días”, comentó uno de los trabajadores de la empresa recolectora que cumplía con su ruta, puesto que, a pesar del incendio, los camiones no dejaron de descargar los desechos en el sitio.
Cabe resaltar que la cantidad de bolsas de plástico en el tiradero es abundante, a tal grado que el viento las dispersa a los alrededores.
Los habitantes de San Gerardo, poblado situado frente al basurero, miraban con indiferencia la quemazón, ya que no resultó excepcional para ellos.
El humo del plástico contiene sustancias químicas y tóxicas que inciden en la presencia de cáncer en las personas; inhalar el humo propicia dolores de cabeza, tos, problemas respiratorios y ardor en los ojos; a mediano y largo plazo pueden generar cáncer de pulmón, infertilidad, daño en el sistema nervioso y reducir la esperanza de vida, señalan diversos estudios científicos.
Por otra parte, el humo de las llantas de automóvil contiene metales como arsénico, cadmio, níquel, zinc, mercurio, cromo y vanadio; todos estos metales se dispersan con el humo por la región, pueden llegar a kilómetros de distancia y alojarse en los pulmones de las personas y los animales, también se depositan en las hojas de las plantas contaminándolas, al igual que el agua y los suelos.
De acuerdo a los testimonios de los lugareños, este tipo de incendios se extiende por días.
