Sheinbaum, impuestos a los más ricos y cómo seguir financiando programas sociales
En tan solo tres días de conferencias de prensa, la presidenta Claudia Sheinbaum ha anunciado dos programas sociales, ambos consistirán en apoyos económicos, uno a mujeres mayores de 60 años y otro a estudiantes de educación básica.
Sumado a estos, existen los iniciados por el expresidente López Obrador y que llevaron el gasto en programas sociales a aumentar 131 %, según el diario El Economista.
El subsecretario de Egresos con el exmandatario, Juan Pablo de Botton informó el pasado mes de julio que en 2019 los programas como Sembrando Vida y la Pensión para el Bienestar absorbieron un presupuesto de 253 mil 250 millones de pesos.
En 2024 se proyectó que ascenderá a 741 mil 195 millones de pesos.
Por lo que en total, la administración obradorista destinó más de 2.9 billones de pesos en los programas prioritarios.
Como parte de los próximos gastos que realizará el gobierno cabe analizar cómo funciona el sistema fiscal actual y por qué es necesaria una reforma en la materia.
Los impuestos en México, pocos y envueltos en mitos
En junio de 2022, el columnista Demetrio Sodi criticó como una “mentira” y defendió a los empresarios ante los señalamientos del entonces presidente López Obrador sobre que los pobres pagan más impuestos que los ricos en México.
Sin embargo, un análisis de 2012 por académicos del Programa de Presupuesto y Gasto Público del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) ya había corregido dicha noción debido a que si bien los ricos pueden pagar más impuestos como el IVA, lo que se consideraría una estructura progresiva del sistema tributario, si se compara con la proporción del ingreso que paga una persona en menor condición es mucho mayor.
En 2021, la economista Viri Ríos explicó que una reforma a la recaudación tributaria en México, que afecta más a la clase media, quienes perciben ingresos mensuales promedio de alrededor de 22 mil pesos, se ha encontrado paralizada por la existencia de dos mitos.
El del “despilfarro” que hace el Estado mexicano con sus obras y la informalidad.
En el primer caso señala que el gobierno mexicano no recauda lo suficiente e incluso los megaproyectos del expresidente López Obrador como fueron la refinería de Dos Bocas o el Tren Maya fueron “pequeños en la escala presupuestaria”, en cambio el gasto más grande se centra en las prestaciones y seguridad social de los trabajadores formales.
El Estado con muy limitados recursos, como plantea Ríos, no tiene capacidad ni para profesionalizar al personal de gobierno de los tres niveles, contar con el suficiente personal para recaudar o auditar ni para capacitar a los servicios de seguridad y emergencia.
La segunda crítica parte del hecho de que en México se considera informal a todos aquellos que no paguen seguridad social, cuando estas personas sí pagan impuestos como el IVA. Un año más tarde en diciembre de 2022, Viri Ríos advirtió que en México a los pobres se les están cobrando más impuestos y menos a los ricos.
Según sus estudios compartidos en una columna para el diario español El País, los ricos estaban pagando ese año solo el 36 % de los impuestos totales recaudados, cuando con Peña Nieto pagaban hasta el 46 %.
Ríos escribió que entre las razones estaban que ahora los pobres estén pagando más ISR debido a los aumentos salariales con lo que los subsidios apliquen a menos personas y ahora estén declarando lo que ganaban, cuando antes estaban en esquemas semi-informales.
Otra explicación es la de los apoyos económicos basados en transferencia de efectivo, con lo que las personas de menores ingresos ahora están cambiando sus patrones de consumo para adquirir productos por los que paguen IVA.
El estudio concluyó que la gente en México tiene que saber que su dinero se gasta bien y de manera eficiente para incentivar el pago de impuestos partiendo de la transparencia y la rendición de cuentas.
En agosto pasado, la organización Tax Justice Network propuso una serie de medidas para que los más ricos en cada país paguen más impuestos y como lo logró España, recaudar hasta 2 trillones de dólares en impuestos de los 0.5 % más ricos del mundo.
En México, de una población de más de 120 millones de personas, ese 0.5 % más rico es representado por 431 mil 451 personas.
La propuesta de impuestos a los más ricos, ¿Cómo aplicarla?
Para ello, Tax Justice Network propuso fijar una barra alta para la riqueza y solo recaudar cuando se supere, de forma que si una persona posee cierta, se le cobraría cuando supere esa riqueza.
La segunda medida es aplicar el impuesto a todo tipo de riqueza para evitar abusos en las excepciones fiscales.
Para aplicar el impuesto, este debe ir acompañado de una mayor transparencia sobre los dueños de las compañías y de los bienes, de forma que haya claridad sobre quienes realmente poseen la riqueza.
El curto paso es fortalecer los estándares globales de transparencia fiscal, de forma que los “superricos” no puedan aprovechar paraísos fiscales para esconder sus finanzas de las leyes de otros países.
Si bien existe evidencia de que con el impuesto a los más ricos, estos no dejan el país, el gobierno debe asegurarse de que los más ricos sigan pagando incluso si se mudan al extranjero. Esto puede hacerse obligándolos a pagar un precio por un periodo específico una vez fuera del país o aplicar impuestos de salida en los individuos que renuncien a su residencia.
En los casos en que los “superricos” no puedan pagar los impuestos por falta de liquidez, se les podría proveer de opciones alternativas para cumplir con la recaudación. Una posibilidad es la de transferir parte de sus acciones, equivalentes al impuesto a un fondo manejado por el gobierno federal, de forma que el gobierno tendría parte del negocio con derecho a recibir parte de las ganancias y sin tener control sobre cómo se maneja.
El empresario tendría la opción de comprar de nuevo la acción al mismo precio, en caso de no hacerlo, el fondo podría vender las acciones al mercado pasado un periodo determinado.