En el 2023, se tuvo un registro de 834 consultas a pacientes que acudieron al CIJ por primera vez.
A partir del 2019, en La Laguna cada año se duplica el número de consumidores de droga -cristal y mariguana-, principalmente. La atención por padecimiento de ansiedad y depresión a personas, en su mayoría jóvenes, cada vez es mayor en los Centros de Integración Juvenil. Aunado al ya delicado problema de adicciones, lamentablemente crece el temor de que el fentanilo llegue a nuestra región, pues ya invadió Tijuana y Ciudad Juárez.
La directora del Centro de Integración Juvenil, Unidad Torreón, Cecilia Martínez López, informó que al cierre del 2023, se tuvo un registro de 834 consultas a pacientes que por primera vez acudieron al CIJ, incluyendo niños de apenas doce años, de ahí la gravedad del tema.
Durante ese año, se atendieron 408 casos de droga, tabaco 26, alcohol 51, pacientes con depresión 185, ansiedad 107, conductas autolesivas 13, problemas de conducta 16 y cinco personas que intentaron terminar con su vida.
La situación es seria, reconoce Cecilia, pues es elevado el número de pacientes cuyas edades fluctúan entre los 12 y los 17 años, pero se torna más delicada, cuando se detecta que pasaron hasta tres años o más para que los padres o tutores descubrieran el problema.
El crecimiento en el consumo de droga, sobre todo el cristal, se debe en gran medida a que esa sustancia se ha abaratado y cada vez es más fácil de conseguir, está al alcance de jóvenes que buscan una puerta de escape.
ASÍ COMO EL CRISTAL, EL FENTANILO ACECHA
Rafael Mora Garza con más de 35 años de lucha contra las adicciones en Centros de Integración Juvenil, muestra preocupación, pues, "así como llegó el cristal, primero a Tijuana y Ciudad Juárez, así acecha hoy el fentanilo, un enloquecedor más brutal que ya invadió esas ciudades fronterizas", sostiene.
"Cada historia de un consumidor de droga, te deja en shock y más cuando se trata de un menor de edad, y desafortunadamente cada vez es mayor la cantidad de casos", reconoce Rafa Mora.
Para atender este problema, primero se debe hacer un diagnóstico y eso siempre ha sido una falla que hemos tenido, el no saber con precisión cómo está la situación; hace unos años, el profesor Juan Carmen Rentería, de la SEP, hizo un trabajo extraordinario para conocer lo que ocurría en secundarias y se aterrizó en más de 20 escuelas de este nivel, pero la autoridad no le dio el impulso debido y se diluyó.
Creo además, que es un trabajo de todos, luego del diagnóstico, la participación debe ser de todos los sectores, aunque a veces sólo culpamos a los profesores, sin tomar en cuenta que el joven refleja en el plantel educativo, lo que sucede en su casa, hay esfuerzos de instituciones que luchan en lo individual con buenos programas contra las adicciones, pero sería más efectivo si se hiciera entre todos como grupo.
Finalmente, el exdirector de Centros de Integración Juvenil manifestó su confianza en que ahora con el surgimiento del Consejo Estatal de Salud Mental y Adicciones se vea y se direccione la tarea de todos, tengo fe en que así será pues de lo contrario, este terrible problema será aun más delicado con el fentanilo, concluyó.