La escuadra cementera impuso sus condiciones como el mandamás liguero frente al conjunto lagunero en la cancha del Estadio de los Deportes.
Un inoperante y frágil Santos Laguna, fue derrotado 2-0 por el líder general del Apertura 2024, Cruz Azul, en partido celebrado en una lluviosa noche en el Estadio de la Ciudad de los Deportes de la capital del país.
La derrota, fue la novena de los Guerreros en el torneo, quedándose con 10 puntos, con apenas dos encuentros por disputar. El próximo martes en el Corona, recibirá a las Chivas Rayadas del Guadalajara.
Por su parte, la Máquina Celeste llegó a 40 unidades y aseguró la primera posición, rumbo a la liguilla. Visitarán el miércoles en la Perla Tapatía, a los Rojinegros del Atlas en el Estadio Jalisco.
LAS ACCIONES
Desde el silbatazo inicial, Carlos Acevedo fue exigido y respondió en peligrosas llegadas de los locales. Primero, fue en un cabezazo tras un tiro de esquina de Gonzalo Piovi y luego, rechazando un bombazo del mismo argentino.
Los cementeros seguían llegando con insistencia, en la que el exsantista Jorge Sánchez, mandó un centro por derecha, que Mateo Levy no pudo conectar y terminó abanicando, dejando ir una muy clara.
La iniciativa, la posesión de la pelota, así como la totalidad de las llegadas, pertenecieron a los capitalinos, quienes marcaban el ritmo de partido, ante una inoperancia ofensiva de los laguneros, que batallaban para cruzar la media cancha.
Y es que tanto Stephano Carrillo como Tahiel Jiménez, deambularon solos en el eje del ataque de los Guerreros, sin una conexión con sus compañeros, por lo que cualquier intento, se diluyeron de manera instantánea.
Pero llegó la apertura en el marcador por parte de los anfitriones. Corría al minuto 22 de la parte inicial, cuando Rotondi envió un centro por izquierda pasada, para la llegada de "Giorgi" Sánchez, quien le ganó la espalda al "Búfalo" Amione, para impactarla de aire y vencer a Acevedo.
Tras la anotación, el líder del certamen buscó el segundo gol y casi lo consigue, en una nueva incursión de Sánchez, pero su remate de cabeza frontal, fue contenido por el guardameta de los albiverdes.
El capitán celeste, Nacho Rivero, estuvo cerca de anotar, luego de aprovechar un servicio al corazón del área, anticipándose a Amione, para conectar con la testa, pero desviado de la portería santista.
La cancha húmeda, debido a la lluvia que cayó durante la tarde y noche en la capital del país, propició entradas fuertes y llegadas a destiempo, por lo que Luis Gutiérrez y el hijo del "Lorito" Jiménez, fueron pintados de amarillo por la silbante Karen Hernández.
Para el complemento, ingresó el canterano Emmanuel Echeverría por Amione, pero rápidamente Cruz Azul volvió a avisar. Primero, fue con un disparo de Charly Rodríguez que rechazó Acevedo, para que luego el charrúa Rivero, enviara disparo que se fue por encima.
Rotondi en tiro libre, estuvo cerca de aumentar la ventaja para la Máquina Celeste, pero apareció "El Guardián" para evitar el gol, luego de que la pelota superara la barrera.
Ante el nulo ataque verdiblanco, Nacho Ambriz realizó tres movimientos de golpe, haciendo ingresar a Franco Fagúndez, Pedro Aquino y Santi Muñóz, buscando mayor proyección ofensiva, pero con el mismo resultado.
Luego de un dominio pleno y total, el conjunto celeste aumentó el segundo, cuando al 68' de tiempo corrido, Luis Romo tomó la pelota por derecha, para mandar un servicio raso, para que Charly Rodríguez la dejara pasar, impactándola Ángel Sepúlveda que tenía pocos minutos en la cancha, para anotar ante la marca de Santamaría.
Más que estar cerca el gol del descuento por parte de los laguneros, estaba más latente el tercer tanto de los capitalinos, con contragolpes que estuvieron a punto de ser letales para la causa visitante.
Chavita Mariscal fue el único que se animó a disparar por parte de los Guerreros hasta en par de ocasiones, pero no con el peligro necesario, incluso en la segunda, con una chilena descompuesta en donde la pelota se fue por un costado.
Todavía los locales intentaron anotar el tercero en los botines de Sepúlveda, pero se encontró con Acevedo que achicó a tiempo en su salida, para que luego lo mandara a la tribuna. No hubo tiempo para más y llegó el silbatazo final.
