Un corazón lastimado busca, por sobrevivencia, entrar en una cajita de acero para que nadie pueda tocarlo. Pareciera que ese corazón está enojado, que es rudo, frío, incluso grosero, pero sólo tiene miedo, esa emoción universal que nos ayuda a evitar amenazas, que nos protege de accidentes y de ilusiones también. El hombre siempre se ha dicho que va en busca de la libertad, pero le teme.
Eric Fromm explica en su libro El miedo a la libertad que “…la historia parecía probar que al hombre le era posible gobernarse por sí mismo, tomar sus propias decisiones, pensar y sentir como lo creyera conveniente. La plena expresión de las potencialidades del hombre parecía ser la meta a la que el desarrollo social se iba acercando rápidamente”, sin embargo, resulta que la libertad también conlleva riesgos y responsabilidades… nadie quiere hacerse responsable de un corazón roto.
La serie de Netflix, Nadie quiere esto, expone el temor de una mujer en sus últimos treintas que comparte, junto a su hermana, los terrores de las citas a esa edad, las red flags que se van tornando evidentes luego de tantas malas experiencias, hablan de sexualidad femenina, cómo el sistema fomenta el machismo, desde el uso de su libertad para alzar la voz y entenderse satisfechas por su soltería, vendido en ese podcast como el mejor esto de la mujer dado la escasez de hombres emocionalmente sanos.
Entonces llega el día, el día en el que ese personaje comienza a difuminarse… así como sus miedos. Joanne conoce a Noah en una pequeña reunión organizada por una amiga de ambos, esas conexiones inmediatas que crees que no llegarán a nada, pero la inquietud permanece, entonces ella toma la iniciativa y lo busca en su templo porque, como en todas las historias románticas, nada puede ser completamente perfecto. Él es rabino.
El personaje de Joanne evidencia que tiene unmiedo tremendo a ser abandonada y, que al mostrarse vulnerable, la vayan a lastimar, es por eso que al inicio se mueve con ligereza y cierta superficialidad, pero pronto cae ante el encanto, serenidad y claridad de Noah, quien no solo con palabras si no con actos manifiesta tener un interés real en ella. ¿Qué pasa entonces con Joanne y ese personaje fuerte y feminista que siguen tantas mujeres en su podcast?
Comienza a caer; ese corazón ya no está protegido por una cajita de acero, ahora es de un material más delicado y eso también asusta. En redes sociales se lee que la serie que permitió quemuchas mujeres vuelvan a creer en el amor, que existen hombres que “te sanan” porque están sanados; aunque la historia también te dice que siempre habrá “un pequeño inconveniente”: la religión, la familia, la distancia, el dinero, siempre algo, pero que con voluntad, claridad y convicción las adversidades se vencen, ¿será? Yo creo que todos quieren eso.
