La brasileña Ary Borges, realiza una barrida sobre la mexicana Kiana Palacios, durante la semifinal de la Copa Oro Femenil que se lleva a cabo en Estados Unidos. Las sudamericanas disputarán el fin de semana el título de la primera edición de esta coimpetencia organizada por la Concacaf.
La selección de Brasil goleó ayer por 3-0 a la de México en las semifinales y se convirtió en la primera finalista de la edición inaugural de la Copa Oro femenina.
ANOTADORAS
Brasil, que arrolló por 5-1 a Argentina en los cuartos de final, repitió otra gran exhibición en el Snapdragon Stadium de San Diego (California) y goleó a México con dianas de Adriana Leal, Antonia Silva y Yasmin Cosman.
La selección brasileña encarriló la eliminatoria con dos goles en la primera mitad, en la que México acabó con diez jugadoras por la expulsión, por roja directa, a Nicolette Hernández.
Adriana rompió la igualdad en el minuto 21 y Antonia puso tierra de por medio tras la roja a Hernández. El gol anotado por Yasmin al comienzo de la reanudación puso la sentencia definitiva y envió a Brasil a la final.
México, entrenada por el español Pedro López, se despide de una Copa Oro en la que dio la campanada en la fase de grupos al ganar a Estados Unidos, toda una potencia del fútbol femenino mundial.
La Tri había ganado por 3-2 a Paraguay en los cuartos de final.
CONTUNDENTES
El Tricolor comenzó el juego con un plan trazado: aguantar la presión y, con el paso del tiempo, pisar el área contraria. Poco a poco, la idea se cumplía, pero llegaron los errores.
Centro frontal, la portera Esthefanny Barreras salió, abanicó... La pelota se le "ocultó" a la zaguera Nicky Hernández y le quedó a Adriana, quien sólo la empujó a las redes (31').
Vino el segundo golpe: expulsión -vía VAR- a Nicky (28'), al pegar y ser la última defensora. Y el tercero llegó con el tiro de Antonia, quien puso el balón pegado al poste (31').
Lo que siguió ya estaba anunciado. Brasil aprovechó las circunstancias, acosó y buscó más goles. Yasmim, de taquito (47'), metió el definitivo. Golazo.
El sistema defensivo mexicano respondió, se evitó una humillación mayor. Jackie Ovalle sacó el orgullo y buscó el gol de la honra en los últimos minutos, aunque no marcara la diferencia.
El sueño se rompió. Fin a la racha de 27 juegos sin caer, pero -en las conclusiones- quedará que este torneo fue, sin duda, un paso adelante para el futbol femenil mexicano.
27
PARTIDOS
sin derrota, tenía hasta ayer la Selección Mexicana de Futbol, con 23 victorias.