Transición Energética en Coahuila; tierra de oportunidades para la sostenibilidad
Coahuila vio disminuida su inversión extranjera directa (IED) en electricidad un 55.07%. Pasó de 57.2 millones de dólares en 2016 a 25.7 millones en 2023.
También se observa un lento avance en generación distribuida: de 2017 a 2023, tan solo aumentó de 26 a 247 hogares con este tipo de fuente de energía, es decir, apenas 37 instalaciones por año en promedio.
El centro de análisis México Evalúa exploró la transición energética de Coahuila, estado que cuenta con centrales de energía fósil al tiempo que tiene un enorme potencial para la energía renovable, principalmente la solar.
Se analizaron 39 indicadores clave que permiten conocer cómo la entidad está transformando su realidad hacía una integración económica con visión sostenible. Ello requiere una gobernanza fortalecida que coordine e integre visiones de los sectores público, privado, académico y social; para proveer el mayor beneficio a sus habitantes.
Entre los hallazgos, se identificó que de 2016 a 2024 el presupuesto asignado a la Secretaría de Medio Ambiente del estado pasó de 61.8 millones de pesos a 93.08 millones; un incremento del 50.61% que podría traducirse en importantes esfuerzos en el interés del gobierno estatal en materia ambiental.
En cuanto al futuro, Coahuila muestra iniciativas interesantes como oportunidades de cofinanciamiento para la instalación de paneles solares en Pymes y un programa piloto de hidrógeno; que las autoridades estatales esperan se materialice en los próximos meses.
Respecto a la transparencia y gestión de datos energéticos, aún persisten desafíos significativos. Un preocupante 25.64% de los indicadores no pudo evaluarse por falta de datos. Esto representa un reto en cuanto a transparencia climática, según la medición basada en la metodología del Foro Económico Mundial.
PANORAMA ECONÓMICO
Gracias a su ubicación, entorno institucional y mano de obra calificada, Coahuila es una de las 15 entidades destacadas en anuncios de inversión extranjera directa.
Su transición energética es clave para integrar sus cadenas productivas al mercado internacional y generar empleos sostenibles. Este estado juega un papel importante en la economía del país al aportar 1.1 billones de pesos a precios de mercado en 2022. Es decir, representó el 3.9% del PIB del país y se ubicó como el séptimo estado que más contribuyó a dicha métrica ese año.
No obstante, debido a la variación anual del PIB con respecto a la dinámica económica por entidad federativa, el estado sólo registró un crecimiento en términos reales de 0.6% durante 2022 en comparación con 2021.
Además, según los datos de la Secretaría de Economía, en 2023 fue, a nivel nacional, el mayor exportador de autopartes, de asientos para todo uso (excepto médico); y también de plata en bruto, semilabrada, o en polvo.
La especialización manufacturera y la relocalización de industrias en Coahuila han aumentado la demanda energética, impulsando proyectos de energías renovables, como la planta fotovoltaica en Viesca, la instalación de energía solar más grande del continente americano. Sin embargo, persisten desafíos de gobernanza para equilibrar crecimiento y sostenibilidad.
Coahuila también alberga las principales carboeléctricas del país, que aportan el 4% de la generación nacional y que respaldan la industria siderúrgica.
Dado ese contexto, la transición energética en ese estado deberá ser estratégica, es decir, tomando en cuenta su realidad presente, e ir superando gradualmente los obstáculos, a través de políticas públicas que apoyen la descarbonización y el desarrollo sostenible.
HALLAZGOS
En el contexto de la relocalización de industrias en Coahuila, ha aumentado considerablemente la demanda de electricidad. Ante esta realidad, el estado ha impulsado proyectos relevantes como la planta fotovoltaica Villanueva, inaugurada en 2018 en el municipio de Viesca, una de las más grandes en América Latina. En el mismo municipio, está anunciado el desarrollo del primer proyecto denominado Solar Flotante.
Al mismo tiempo, hay un aumento en el número de plantas de energía renovable, que pasaron de ser sólo tres en 2016 a once en 2023. Consecuentemente, la capacidad de generación limpia ha crecido de manera significativa. En 2016 se generaban 66.98 MW y en 2023 se alcanzaron 1,406.22 MW, un incremento cercano al 340% en el número de plantas operativas.
La estructura institucional del estado, reflejada en programas como el Programa Especial de Energía y el Clúster de energía, ha sido de utilidad para consolidar avances en el sector industrial y energético.
Asegurar una gobernanza eficiente que involucre una directa coordinación de los tres órdenes de gobierno, es fundamental para lograr un equilibrio de largo plazo entre el crecimiento económico y los objetivos de sostenibilidad.
El equipo de México Evalúa revisó el desempeño histórico de cada indicador para observar mejoría, deterioro o estabilidad en cada indicador a fin de concretar mejoras y desafíos en materia de transición energética.
En cuanto a Mejoras sustanciales, se indicó que 41% de los 39 indicadores mostraban mejoría. Sobre los Desafíos persistentes, el 33.3% de los indicadores mostraron un deterioro entre 2015 y 2024. Esta disminución resalta la necesidad de ajustar las políticas públicas para revertir los retrocesos y mantener el impulso de las mejoras.
En cuanto a Opacidad, los 10 indicadores restantes, 25.64% del total, carecieron de datos suficientes, lo que dificulta su evaluación. Se subraya la necesidad de mejorar la transparencia, disponibilidad y actualización de los datos por parte del Gobierno.
Los resultados del análisis dan cuenta de la importancia de contar con un enfoque integral, sistematizado y sostenible en la gestión energética estatal, a fin de que tanto autoridades como iniciativa privada, sectores académico y social de Coahuila puedan observar con base en información pública la evolución de los indicadores mínimos más relevantes para lograr una transición energética efectiva.