Travis Scott regresa a la CDMX con una noche más tranquila en la Explanada del Estadio Azteca
Con las gradas vacías, incluso cubiertas por una lona negra, y varios puntos de la explanada del Estadio Azteca apenas llenándose, la segunda fecha de Travis Scott en la CDMX, marcha, hasta ahora, con mayor tranquilidad que la primera.
Este pasado sábado, para la primera noche del rapero, las filas de ingreso eran interminables, sin embargo, para este domingo sólo bastaron algunos minutos para poder entrar a la explanada del recinto, donde tres filtros de seguridad esperaban al público para retirarles todo tipo de artículos.
Entre los objetos que llenaron los botes de basura, estaban las gorras, además de cinturones y pilas recargables.
Una vez dentro, lo primero que podían ver los fans era la pantalla, de más de 20 metros, ya encendida, también el escenario cubierto por una lona y que ya esperaba las primeras gotas de lluvia.
Adultos por encima de los 40 años, incluso familias enteras ya esperan la salida de Travis, mientras los más jóvenes ya comienzan a gritar a empujarse a brincar abrazados, aunque falta una hora y media para que arranque el show.
De fondo el Estadio Azteca reposa apagado, mientras la noche continúa cayendo en la capital. Él único playlist que puede escucharse es el de las luciérnagas reproducido por el sonido de Travis, contrario a otros shows que ponen música alusiva para la espera, aquí el ambiente del público es la única previa.