Actualmente, el arco ubicado sobre la calzada Manuel Ávila Camacho ya solo refleja el recuerdo del que fuera un acceso para el recinto deportivo lagunero, en el que durante muchas tardes los aficionados esperaban para ingresar al mismo.
Aquel último grito de gol de Matías Vuoso en el antiguo Estadio Corona, aún retumba en el aquel lote baldío en el que hoy se ha convertido.
Han pasado poco más de 15 años desde que las puertas del 'Coloso de las Carolinas' cerraron al público y fue demolido junto a tantos recuerdos que los fieles laguneros nunca podrán borrar de su memoria.
Los Pumas de la UNAM fueron el último rival en visitar la grama del Corona, uno que puso el candado a las grandes tardes de futbol vividas ahí, cada domingo, bajo el intenso calor de las 4 de la tarde.
Aquel día, los universitarios se habían ido al frente con gol de Pablo Barrera a los diez minutos de comenzado el encuentro, una definición de pierna izquierda que batió a Oswaldo Sánchez en su poste derecho.
Todos enmudecieron ante la despedida de la que fue su casa durante varias décadas, un dolor similar a cuando abandonas tu viejo barrio por mudarte a comenzar una nueva vida, por lo que despedirse de esa manera no era una opción.
UN ADIÓS INIGUALABLE
Pasado el medio tiempo, un remate del colombiano Darwin Quintero mal rechazado por el meta auriazul Sergio Bernal terminó en la bota derecha del 'Toro', que solo empujó la pelota al fondo de las redes para así cerrar una velada histórica para todos los presentes.
La locura se desató, el público se abrazó como aquellos que no son diferentes, sino hermanos, familia... uno mismo en 'La Casa del Dolor Ajeno'.
Tras concluir los 90 minutos y el agregado, el afamado exárbitro Armando Archundia silbó por última vez su ocarina en el Estadio Corona, provocando las lágrimas y despidiendo tantos momentos bellos para la noble afición expectante.
CAEN SUS PAREDES
La mañana siguiente, la maquinaria se hizo presente para comenzar la demolición del inmueble, grada por grada, hasta el último pedazo del verde rectángulo de pasto que cubría el campo lagunero.
Algunos que por ahí pasaban tomaron fotos, alcanzaron partes del recinto e incluso algunas piedras, que seguramente aún atesoran.
En el antiguo Corona se vivieron seis finales del futbol mexicano, tres de las cuales Santos logró alzar el título; además, vio correr en su paso al mítico italiano Francesco Totti, cuando la Roma visitó al conjunto lagunero en el lejano 2003.
INCERTIDUMBRE
Aunque mucho se rumoró sobre el uso que darían a dicho espacio, el tiempo solamente hizo sus estragos con rocas, basura y sin algún proyecto para cimentar algo nuevo, hasta hace poco tiempo cuando se edificaron unas bodegas en el terreno.
Así, uno de los estadios más icónicos del balompié nacional dejó de existir, dando paso a la modernidad del Territorio Santos Modelo y que hasta hoy se ostenta como 'El Templo del Desierto'.