Paneles solares. (ARCHIVO)
Los recortes de 40% en el Ramo 16 (Medio Ambiente) y del 15% en el Anexo 16 (cambio climático), limitan la coordinación entre sectores y depositan gran parte de la responsabilidad de la transición energética en manos de las empresas públicas del Estado. Aunque entidades federativas y municipios promueven la inversión en energías limpias y fortalecen capacidades, los recortes presupuestarios podrían frenar estos avances.
El centro de estudios México Evalúa realizó un diagnóstico de la región noreste del país, concretamente los estados de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, que actualmente concentran el 11% de la inversión extranjera directa. El consumo de energía creció 18.09% entre 2016 y 2023. No obstante, hay áreas de oportunidad para atender las necesidades de las inversiones por nearshoring.
El organismo advierte un vacío crítico en la vigilancia y manejo de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) dentro del marco jurídico. Esta omisión genera poca claridad en las responsabilidades entre autoridades y dificulta la recopilación oportuna y el acceso abierto a datos precisos y actualizados. Todo ello complica los avances en la toma de decisiones contra el cambio climático.
"La falta de claridad en la coordinación entre autoridades locales y federales para integrar el Inventario Nacional de Emisiones de GEI compromete la transparencia en materia medioambiental. Sin datos actualizados y desagregados, es imposible diseñar políticas efectivas, estimar reducciones de emisiones o impulsar un mercado de bonos de carbono", señaló Ana Lilia Moreno, coordinadora del programa de regulación y competencia económica de México Evalúa.
La organización analizó el estatus de la transición energética en la región noreste del país, en los estados de Nuevo León, Tamaulipas y Coahuila. Con base en la metodología del Foro Económico Mundial, construyó 39 indicadores que han permitido dar seguimiento a este proceso entre 2015 y 2023, o el dato más actual.
La región noreste ha mostrado un desempeño energético destacado, con un avance de más del 40% de los indicadores de la herramienta de medición. Sin embargo, en promedio, un tercio de sus indicadores presentaron deterioro o retroceso en el periodo analizado. Y, en cuanto a transparencia, también en promedio, un tercio de los indicadores presentó opacidad. Por lo que, existen áreas de mejora para la transparencia en las tres entidades.
El consumo de energía en esta región creció 18.09% entre 2016 y 2023, superando la media nacional del 15.66%. Este dinamismo se refleja también en el desarrollo de infraestructura. Tamaulipas amplió sus centrales operativas de 26 a 47, con el 40% de la capacidad añadida proveniente de energías renovables. En contraste, Nuevo León y Coahuila presentaron menores avances en generación sostenible, con 12% y 29% respectivamente de la nueva capacidad dedicada a estas tecnologías.
El noreste, en promedio, registra un total de 125 plantas eléctricas con una capacidad instalada de 21,666 megawatts, de las cuales 19.19% son de energías limpias, muy cerca del porcentaje nacional de 20.62%. En cuanto al crecimiento del número de usuarios, Nuevo León se mantuvo en línea con la media nacional de 22%, mientras que Tamaulipas y Coahuila reportaron crecimientos inferiores, de 14% y 16% respectivamente.
A pesar de estos avances, la Generación Distribuida (GD) también ha tenido un desempeño dispar: Tamaulipas y Coahuila superaron el crecimiento medio nacional, mientras Nuevo León quedó rezagado con un incremento menor. Por otro lado, aunque los Precios Marginales Locales han disminuido hasta un 61% desde 2017, el aumento de 648% en los precios de Potencia plantea desafíos financieros para garantizar la estabilidad del suministro eléctrico en la región. Es crucial considerar este aspecto en el diseño del sistema eléctrico y en el marco jurídico que se apruebe en 2025.
No obstante, los tres estados comparten retos en cuanto a combate a la pobreza energética, gobernanza, transparencia e inversión insuficiente para la sostenibilidad a largo plazo. Por ejemplo, aunque en la región ha crecido la generación distribuida, persisten desigualdades: 107,202 hogares aún dependen de la leña como fuente de energía principal.
En ninguno de los tres estados evaluados, fue posible encontrar información sobre emisiones de GEI suficiente para evaluar su desempeño en el periodo 2015-2024. Sin embargo, al tomar como referencia el único informe oficial disponible del Registro Nacional de Emisiones 2015-2018 de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, observamos que para ese periodo, la emisión de GEI solo se redujo en Nuevo León 0.06%; mientras que Tamaulipas y Coahuila registraron aumentos en sus emisiones del 12.79% y 106.21% respectivamente. En dicho ranking, con datos de 2018, los tres estados analizados se encontraban dentro del conjunto de las 4 entidades más contaminantes del país.
En cuanto a su economía, Nuevo León lidera la región al concentrar en 2023 el 64.1% de la inversión extranjera directa y registra una tasa de crecimiento de su actividad económica del 3% anual. En contraste, Tamaulipas registró en 2023 una tasa negativa de crecimiento del -0.89% mientras que Coahuila reporta crecimiento moderado con una tasa del 1.19% anual.
Para acelerar la transición energética, México Evalúa presenta diversas recomendaciones, entre las que destacan clarificar las competencias institucionales encargadas del monitoreo, publicación y actualización periódica de las emisiones de GEI en los tres órdenes de gobierno.
Fortalecer capacidades locales, proporcionar recursos y capacidades técnicas a estados y municipios para la elaboración y publicación de sus respectivos inventarios de emisiones y diagnósticos, priorizando zonas con altos niveles de contaminación. Un enfoque integral, colaboración multisectorial y mejora de la transparencia son elementos clave para acelerar la transición energética de estas regiones estratégicas.