Jorge oferta su tomate a 60 pesos por tres kilos y se instala muy cercano al bulevar Jabonoso. (VAYRON INFANTE / EL SIGLO DE TORREÓN)
Mientras en los supermercados el precio del tomate supera los 50 pesos, Jorge Cortés, productor gomezpalatino, oferta tres kilos por solo 60 pesos, aunque si el cliente así lo pide, le puede vender de uno, dos o los que necesite a un buen precio y con la mejor calidad, aseguró.
Desde hace una semana, Jorge llega con su camioneta procedente de la comunidad El Valle, municipio de Gómez Palacio, para ofrecer su tan cotizado producto a un precio accesible a los bolsillos de las familias laguneras.
"Está bien caro ahorita, la mera verdad nosotros le hacemos la lucha de sembrar, aunque hay poca agua, pero aun así le echamos ganas, lo poco que pueda uno sacar", dijo el productor.
Desde temprana hora, Jorge llena su camioneta con bolsas de tomate de tres kilos y otros más sueltos para atender las necesidades de sus clientes.
En el camino, analiza el punto a instalar para colocar su producto a la vista y que sea atractivo para el cliente. Por ejemplo, ayer, se estacionó muy cercano al bulevar Jabonoso, justo en el cruce de la calle Cuauhtémoc y avenida Nacional.
SE VEN OBLIGADOS A SALIR
Cuenta que, en su comunidad, las familias intercambian su producto, si uno vende tomate y otro chile o cebolla, intercambian a fin de apoyarse. Pero la ganancia es poca o casi nula, por lo que se ven obligados a salir para ofrecerlo y llevar las ganancias a casa.
"Venimos aquí a la ciudad porque en los ranchos compran menos porque la mayor parte de las personas siembran, ellos tienen y el que no tiene, tiene chile o cebolla y lo intercambian; ahora nos vinimos a la ciudad a ofrecer tomate barato", dijo.
Y es que también la cebolla es otro de los productos que se han encarecido.
El productor comentó que también se dedicaba a la siembra de flor, específicamente del cempasúchil y la mano de león, pero la falta de lluvia lo obligó cancelar sus planes.
Aunque también se ha visto afectado con la siembra de tomate, pero dijo que en menor medida. "Lo que pasa es que hay métodos para regar, tipo de manguera, goteando, donde está la planta", comentó.
Es por ello que sale a las calles para ofrecer su producto y recuperar algo de lo invertido, a la vez que ayuda a la economía de las familias que acuden a él.
"Lo que Dios nos quiera dar, si no se vende, tenemos vacas, marranos", dijo Jorge, mientras atendía a las automovilistas que aprovecharon su oferta.