¿Qué pasa cuando observas a alguien que amas?
¿Qué pasa en tu cuerpo cuando aparece la ilusión?
Tus pupilas se dilatan automáticamente, se expanden, brillan.
Tu cuerpo se expresa, se estremece, se deja sentir.
Tu mente parece volar, imaginar, soñar.
Tus barreras se desploman, te desarmas sin control.
Permites que entre la luz, la energía del otro.
Bloqueas su obscuridad, sus demonios, pones la venda en tus ojos.
Y por unos momentos eres feliz, sonríes, y hasta en ocasiones, te sonrojas.
Y entonces el tiempo nos juega en contra, sin preguntar, de repente, nos despierta.
¿Cuánto nos dura este amor, estas ganas, este sentir?
¿Por qué no lo supimos disfrutar al máximo cuando podíamos, cuando nos abrazábamos, nos besábamos, cuando éramos uno?
Y de nuevo las pupilas regresan a su estado natural, todo parece plano, tranquilo, sin cambios.
Y la rutina reaparece junto a la monotonía, el "vivir" sin sobresaltos, sin sentido.
A caminar en el mundo de las almas robotizadas.
Y sin pensarlo, en las desganas, aparecen de frente, nuevos ojos, observándote, mirándote, hasta que logran fijar tu mirada e identificas.
Sus pupilas dilatadas, su cuerpo temblando, sus ganas.
Y tu… lo vuelves a intentar, regresa la ilusión, la felicidad, el momento.
-JL-
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