Todavía no concluye el análisis de la victoria contundente de los republicanos del pasado martes 5 de noviembre en Estados Unidos.
Donald Trump obtuvo un total de 312 votos electorales contra 226 de Kamala Harris, diferencia que era impensable hace unas semanas.
Además los republicanos se quedaron con 53 senadores contra 47 de los demócratas mientras en la Cámara de Representantes la marea roja está a punto de conseguir los 218 asientos para obtener la mayoría contra 208 del partido azul.
Queda claro que economía y migración fueron los factores centrales del triunfo de Trump, pero habrá que agregar la desilusión de los electores demócratas que decidieron abstenerse de votar por su candidata Kamala Harris.
En efecto, Trump obtuvo 75.8 millones de votos populares y Harris 72.8, es decir un 50.2 por ciento del republicano contra 48.2 por ciento de la vicepresidenta.
Pero hace cuatro años -en las presidenciales del 2020-el neoyorquino logró 74.2 millones de sufragios, es decir apenas 1.6 millones menos que en la reciente elección mientras que su contrincante Joe Biden sumó 81.2 millones, casi diez millones más que los obtenidos en esta ocasión por la candidata demócrata.
Al menos que la teoría de fraude que pregonó Trump fuera cierta, lo evidente es que Harris no convenció ni a sus mismos simpatizantes mientras que los seguidores del ex presidente volvieron a respaldarlo e incluso se sumaron algunos más.
Asegura la periodista Eileen Truax que "el crecimiento proporcional de la candidatura de Trump en esta elección no radica en que más gente haya votado por él, sino en que mucha gente, ante el vacío de propuestas o alternativas por parte de los demócratas, decidió no votar por ellos, o simplemente no votar".
Añade además que "el Partido Demócrata ha sido incapaz de crear políticas públicas que sirvan para frenar el discurso populista y de odio que tan bien ha funcionado a Trump desde hace casi una década".
Estos hechos evidencian, pues, que el gobierno de Trump iniciará con mayor fuerza que en el 2017 y prueba de ello son los nombramientos y anuncios que tanto el virtual presidente como sus seguidores han comenzando a divulgar a todas voces.
Se viven en estos momentos en Norteamérica una euforia a favor de Trump y de su movimiento MAGA (Make America Great Again). Desde luego el nuevo gobierno enfrentará duras batallas con sus enemigos tradicionales: medios de comunicación liberales, políticos demócratas y grupos de izquierda que intentarán descarrilar las acciones trumpistas.
Con rapidez inusitada, Trump comenzó a designar a sus futuros colaboradores, la mayoría de ellos son políticos duros de derecha como el senador Marco Rubio, futuro secretario de Estado; Tom Homan, quien será el zar las fronteras; y el conductor de Fox News, Pete Hegsheth, quien dirigirá el Departamento de Defensa.
También fue designado Michael Waltz, como asesor de Seguridad Nacional; y como procurador de Justicia fue propuesto el polémico legislador Matt Gaetz, quien ha sido investigado por uso de drogas y por conducta sexual inapropiada.
La mayoría de los nombramientos tienen que ser ratificados en el Congreso donde seguramente habrá largas y ásperas discusiones, pero con la mayoría republicana se facilitarán las confirmaciones.
Cabe recordar que Trump remueve a sus colaboradores con una facilidad asombrosa, en su presidencia tuvo entre titulares e interinos a tres secretarios de Estado, seis secretarios de Defensa, cuatro procuradores y seis secretarios de Seguridad Interior.
El panorama para México pinta muy sombrío, si no hay acuerdos previos se vendrá en el arranque del gobierno de Trump una avalancha de acciones, entre deportaciones masivas, nuevos aranceles y medidas de seguridad en las fronteras.
Esperemos que la presidenta Claudia Sheinbaum y su gabinete se preparen con tiempo para evitar ser sorprendidos.
VIAJES ILUSTRAN
En breve travesía por el centro de México nos sorprendió ver el crecimiento del aeropuerto de Guadalajara convertido en un "hub aéreo"… En el puerto de Veracruz conocimos más de la vida y obra de Agustín Lara en su casa museo y los pormenores del fuerte San Juan de Ulúa que guarda grandes historias, de mejorarse podría atraer a más turistas. No faltó la visita obligada al Café de La Parroquia para disfrutar su comida suculenta, escuchar música jarocha y beber el tradicional café lechero.
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