El doctor en criminalística Fernando Araujo Pulido propone 'abrir espacios de diálogo y comunicación' para llegar a la raíz del problema de la violencia.
La violencia dentro y fuera de los estadios de futbol no se resolverá con más vigilancia, "ni aumentando las cuestiones punitivas", expresó el doctor en criminalística Fernando Araujo Pulido, quien propone "abrir espacios de diálogo y comunicación" para llegar a la raíz del problema que derivó en la muerte de una mujer y dejó cuatro heridos de gravedad después del partido de futbol entre los equipos Santos y Rayados el 21 de enero pasado.
"En el plano general podemos observar que son acontecimientos que se reproducen semana tras semana, no solo en el contexto mexicano, sino también en el latinoamericano, esas posibilidades nos indican que es un problema estructural y cultural de los aficionados; esta mezcla del alcohol con las masculinidades hegemónicas -o machismo-, más la forma de no tener un autocontrol sobre las emociones, reproducen estos aspectos de violencia", formuló Araujo Pulido, quien es coordinador de la licenciatura en Sociología de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC) y profesor en la Universidad Iberoamericana de Torreón (UIA).
Recordó que las barras, como se les conoce a los grupos de animadores, surgen porque existen elementos de identidad entre los aficionados, aunque estos aspectos de identificación también generan exclusión hacia quienes no piensan igual.
¿Cómo los elementos de identidad de la barra se transforman en violencia? -se le pregunta al maestro en su cubículo de trabajo dentro de la UIA.
Porque desafortunadamente a través de las barras se generan otros procesos ilegales, podemos hablar desde las cuestiones de violencia física, agresiones y gritos, pero también se sabe de algunas barras relacionadas con narcomenudeo, grupos porriles a favor de un político o alguna institución universitaria; ahí también emergen marcos económicos ilegales que van generando ciertos recursos y chantajes hacia los políticos y la iniciativa privada.
¿Es el caso de estas barras locales?
En este caso fue un enfrentamiento verbal, por la euforia, en el contexto de que el equipo había perdido, hablo desde lo que puedo percibir: generó un enojo, no veo la intensión de atropellar, lo veo como un accidente automovilístico que desafortunadamente acontece en este fallecimiento y víctimas que perdieron extremidades.
La violencia en la Comarca Lagunera, no solo se presenta en los partidos de futbol, sino en otras celebraciones y fiestas, lo que debería llevar a la reflexión y a la acción de las instituciones educativas, de gobierno y sociales.
"Pensemos en el contexto de La Laguna, en las fiestas ejidales, en las fiestas patronales, ocurre violencia; allí podemos referirnos que no es exclusiva del futbol, el problema se puede transpolar a otras cuestiones culturales y artísticas".
Debido a este contexto el experto sugirió abrir espacios de comunicación y diálogo para formular estrategias a mediano y largo plazo y comenzar a educar para la paz, porque "tenemos que identificar que este problema no se va a solucionar con más vigilancia, no se va a solucionar teniendo más policías ni aumentando las cuestiones punitivas; se va a solucionar a partir de que surja mecanismos de diálogo y de intervención en las porras, que se fomente una conciencia de que el futbol es un espectáculo y que a partir de eso se generan expectativas y emociones, pero no más allá. Se le podría invitar a los grupos de animación, a los grupos de interés, a que se hagan espacios de diálogo para poder entender que el futbol no tiene por qué propiciar violencia".
¿Quiénes tendrían que tomar la iniciativa de comenzar con esta estrategia de educar para la paz?
Yo creo que el principal involucrado y el que tiene mayor interés, son los dueños de los equipos, la liga que debería abrir espacios y canales de comunicación, congresos, talleres, porque solamente así se van a encontrar las raíces de los problemas, porque no es exclusivo del futbol.
¿Has visto alguna iniciativa para comenzar estos diálogos?
-No, y me he metido más de lleno en el tema y no he encontrado una vía alterna a la que me refiero del control excesivo, no veo otros mecanismos, no estamos atacando el problema de raíz.
Fernando Araujo está preocupado por lo que pueda ocurrir en los siguientes encuentros deportivos, en especial el del 10 de febrero cuando el equipo de Tigres de Nuevo León visite al Santos en Torreón.
"Eso es lo preocupante, porque se ha visto que en la historia de las barrase se ha dado la ley del ojo por ojo y diente por diente; podemos esperar lo peor y por lo pronto sí debe haber una contención en lo inmediato, a corto plazo debe haber una vigilancia porque la vida de las personas está en riesgo, pero a largo plazo deberíamos educar para la paz y ver el deporte desde la paz, y creo que debe haber una colaboración entre las autoridades, la liga y los aficionados".