Anivel global y local hay muchos indicadores de la escasez de agua. Lo primero que desaparece en una zona de recarga y/o descarga de agua que se seca es el ecosistema asociado, generalmente humedales. Si desaparece el agua la biodiversidad sigue el mismo camino. Esto está sucediendo en muchas partes del mundo, incluyendo aquellas en las que nunca se había manifestado una situación parecida.
De la mano del Instituto Global de Seguridad Hídrica damos un rápido viaje por el mundo para descubrir los problemas de escasez de agua ocasionados por una larga sequía que está afectando regiones donde antes abundaba el agua: zonas templadas lluviosas en donde han desaparecido arroyos y ríos, y los niveles de agua subterránea han descendido notablemente. En estas regiones ubicadas en el norte de Europa occidental, se han afectado los ecosistemas riparios y, los bosques de las cuencas se han debilitado por la sequía.
Un caso que me impresionó fue cuando ocurrieron las lluvias en una de las regiones estudiadas: los ríos recuperaron rápidamente su corriente, pero los niveles de agua subterránea continuaban descendiendo. Evidentemente algo más complejo que la falta de lluvia está ocurriendo en esas regiones, la desconexión hidrológica debido probablemente a la afectación de las zonas de recarga y descarga de agua de la cuenca. Como ejemplo de esto se muestra la desaparición de manantiales que formaban pequeños humedales que se secaron.
El Instituto Global de Seguridad Hídrica posee tecnologías satelitales que les ha permitido detectar aquellas zonas del planeta que se están secando. De esta manera por ejemplo muestran como regiones del norte de la India y del Oeste de los Estados Unidos se encuentran en ese proceso, mostrando en este último caso los importantes procesos de producción de alimentos y de tecnologías que se encuentran en riesgo de ser gravemente afectados. En el norte de la India además de los efectos negativos ocasionados en la producción agrícola, se pueden presentar conflictos por el agua, ya que la región con problemas de desecamiento incluye también a una porción de Pakistán.
Otros casos detectados en los Estados Unidos, se asocian más a problemas de gestión del agua que sumados a la presencia de sequías aparecen aprovechamientos insustentables del agua, tal es el caso de Phoenix Arizona y de las Vegas en el estado de Nevada. En ambos casos se le apostó a la dependencia del agua almacenada en grandes presas y mientras en ambas ciudades se hace alarde de abundancia de agua, el nivel del agua de las presas de la cuales dependen disminuye alarmantemente. Quienes revisan esta situación, opinan que el cambio climático agravará aun más el estrés hídrico.
En nuestra región la lluvia es escasa y las sequías la hacen aun más, no obstante, en plena ola de calor y de una sequía que aun continúa, se observan los canales revestidos rebosantes de agua, casi al límite de una inundación. Esto podría hacernos pensar que no hay tal y que en cualquier momento volveremos a tener agua en nuestras llaves, nada más alejado de la realidad. La nueva gestión del agua urbana, esto es su dependencia del agua de las presas, nos pone en una situación de riesgo, porque las sequías serán ya la regla no la excepción. Lo cual pondrá en jaque también a la actividad agrícola de primavera verano, como sucede ahora mismo con el miniciclo agrícola.
La carencia de agua de lluvia también ha tenido efectos negativos tanto en los ecosistemas de la cuenca alta como en los de la cuenca media y no hay seguridad de que se vaya a tener un funcionamiento hidrológico adecuado cuando lleguen las lluvias, en términos de infiltración y escurrimiento. Por otro lado, de continuar la sobreexplotación del agua del subsuelo de las planicies de inundación de nuestros ríos, modificarán el funcionamiento hidrológico del río ocasionando daños en los humedales.
Aunque lo desconozco, estoy casi seguro que entre las regiones que se están secando encontradas por los satélites del Instituto Global de Seguridad Hídrica se encuentra nuestra Comarca Lagunera, son tiempos de hacer consciencia y mejorar nuestra cultura del agua, principalmente en aquellos considerados grandes usuarios del agua.
Hoy más que nunca es necesario rescatar cada gota de lluvia. La reflexión de un científico del Instituto antes mencionado, dice lo siguiente: adaptarnos a lo que tenemos de agua requiere mucho esfuerzo, pero, si no lo hacemos será el apocalipsis.