Apenas ha pasado poco más de una semana de que Donald Trump llegó al poder y ha provocado una fuerte amenaza humanitaria en los países latinoamericanos con mayor número de migrantes hacia Estados Unidos, incluido México. La avalancha de las deportaciones ya se ve venir.
Muchos humanistas, escritores y escritoras han hablado de los beneficios de la migración de una manera ordenada y responsable. Estados Unidos y varios países de Europa han nutrido su cultura gracias al contacto con migrantes de otras naciones, que no siempre son una amenaza a la seguridad y al empleo.
El discurso de Trump es completamente inhumano y racista, pone en peligro la vida y la seguridad de millones de personas en tránsito. Ante esto, ha venido a mi mente la gran riqueza cultural que Hispanoamérica le ha dado al mundo. No deberían las naciones hermanas y, por supuesto México, achicarse ante este discurso de odio.
Pienso en grandes figuras del arte y la cultura de los países con mayor número de migrantes.
Es el caso de director orquestal venezolano Gustavo Dudamel, quien ha inspirado a una gran cantidad de jóvenes y espectadores en todo el mundo con una admirable carrera musical, que lo ha llevado a dirigir las principales orquestas del mundo.
Es el actual director de la Ópera de París, ha dirigido a la Filarmónica de los Ángeles y a la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, también ha ganado cinco Grammys con sus grabaciones musicales. Dudamel fue formado en el Sistema de Orquestas Infantiles y Juveniles de Venezuela.
O trasladémonos a Colombia, país que ya está recibiendo a miles de migrantes deportados desde este martes. Hay que recordar a las grandes figuras literarias que nos ha dado ese país, empezando por Gabriel García Márquez, cuya obra cumbre “Cien años de soledad” ha sido llevada a Netflix en una serie que ha cautivado mucho.
También destacan Álvaro Mutis y Laura Restrepo, por mencionar algunos, así como toda una tradición de artistas visuales como el gran Fernando Botero, cuya obra tuvimos el privilegio de recibir en Torreón en las salas del Museo Arocena en el 2013.
El fenómeno del puertorriqueño Bad Bunny en su último tema “Debí tirar más fotos”, también nos ha dado una muestra de reapropiación cultural y de regreso a las raíces desde un género tan popular como el reguetón. El tema del célebre artista urbano, ha sido tratado en los más importantes suplementos culturales.
Latinoamérica tiene mucho que decir al mundo a través de su cultura, su música, sus letras, sus ritmos y ese potencial debe ser una defensa ante el discurso de odio y de intolerancia que ha propuesto el mandatario estadounidense, un discurso separatista y de supremacía racial, que parece increíble escuchar en pleno 2025.
X: @Lavargasadri
