Acusan negligencia médica tras cirugía de riñón en Hospital Nuevo de Gómez Palacio
La familia de Alejandro Hernández López denunció una serie de irregularidades y omisiones posteriores a la operación para extraerle el riñón derecho que le practicaron en el Hospital Nuevo de Gómez Palacio, por las que según consideraron su salud se complicó y ahora se encuentra en Terapia Intensiva del IMSS.
La cirugía se llevó a cabo el 2 de noviembre de 2024, bajo el diagnóstico de que dicho órgano presentaba quistes cancerosos, según el oncólogo del turno matutino de esa institución hospitalaria.
Aunque la intervención se realizó sin complicaciones, los problemas vinieron en la etapa postoperatoria, pues el paciente, una vez que fue dado de alta y estando ya en su vivienda, comenzó a presentar dolores intensos en la pierna y brazo izquierdos, por lo que su familia decidió llevarlo al hospital nuevamente, aunque esta vez al área de Urgencias.
“El problema fue que en Urgencias nos comentaron que teníamos que esperar a la consulta”, por lo que ante los malestares del señor optaron por regresar a casa en esa ocasión, según indicó Alejandra Hernández, hija del afectado.
En los días posteriores las molestias continuaron hasta que el lado izquierdo del cuerpo dejó de responderle, empezó a perder la función del habla y los dolores y la inmovilidad y las dolencias se extendieron al costado derecho, pese a lo cual en Urgencias se negaron de nueva cuenta a recibirlo.
Además, el paciente comenzó a sangrar por la boca y nariz, por lo que ante este cuadro, acudieron de nueva cuenta a ese hospital, donde lo atendieron en el área de cocteles y después, los médicos de Urgencias ordenaron varios estudios, desde análisis clínicos hasta una tomografía, con lo que concluyeron que Alejandro Hernández había sufrido un derrame cerebral desde días antes, cuando hicieron el primer intento de que lo atendieran en Urgencias y la doctora que estaba entonces les aseguró que no había ningún problema.
“Fue hasta entonces que lo subieron a piso, pero ahí continuaron las contradicciones entre unos médicos y otros, porque el de un turno nos dijo que compráramos un tratamiento de 28 ámpulas, muy caro, y el de otro turno hasta nos pidió que lo donáramos, porque ese medicamento no le iba a servir a mi papá, porque era muy agresivo para él que sólo tenía un riñón”, expuso Alejandra Hernández.
Otro médico les dijo que su cuerpo estaba invadido por el cáncer y que a eso se debía el dolor intenso y la movilidad, pero uno más de ese mismo hospital les aseguró que el riñón extraído tenía quistes tratables; que el paciente presentaba daño cerebral porque estaba deshidratado y que sólo iba a requerir rehabilitación física, por lo que incluso les expidieron una orden para acudir al Centro de Rehabilitación y Educación Especial (CREE).
Con base en esa conclusión, Alejandro fue dado de alta mientras su salud seguía complicándose, pues a tan solo dos horas de haber salido del Hospital Nuevo de Gómez Palacio cayó en un estado de inconsciencia, además de que la mandíbula la tenía totalmente cerrada y sangraba por la boca, según narró Alejandra Hernández.
“Le hablamos a la Cruz Roja y lo trasladaron al hospital, pero lo mandaron a consulta normal porque además lo acababan de dar de alta y el doctor le dijo a mi mamá que ella ya había visto cómo estaban de saturados”, manifestó.
Entregan órgano extraído en bote de yogur
Después de toda la travesía que pasaron buscando que su padre tuviera la atención adecuada que no recibió en el Hospital Nuevo de Gómez Palacio de la Secretaría de Salud estatal, la familia de Alejandro optó por pagar el Seguro Social, donde lo recibieron y canalizaron a Terapia Intensiva.
Con el fin de que en dicha institución le den el seguimiento al caso, la familia solicitó el riñón extraído para analizarlo de manera externa, el cual les fue entregado en un bote de yogur griego por los responsables del hospital de esta ciudad.
Ahora, la familia se enfrenta a la negativa del oncólogo a firmar el análisis clínico, el cual está requiriendo el IMSS para dar el seguimiento adecuado.
“Están jugando con la vida de muchas personas, pues además el oncólogo retrasaba las citas hasta que patología le entregara resultados, pero patología no estaba funcionando desde octubre, un mes antes de que a él lo operaran”, indicó.
Parte de esa negativa, dijo la denunciante, es porque ahora ellos mismos dudan de que el señor haya tenido cáncer como se manejó desde el principio “pues ahora el oncólogo se refiere al caso de mi papá como un posible cáncer”.
